El segundo debate celebrado entre los líderes de los partidos con más posibilidades de representación en las elecciones generales del próximo domingo, organizado por AtresMedia, mostró las principales diferencias entre ellos en ámbitos como la sanidad a pesar de que tuvieron más tiempo para hablar sobre ello que en el primer debate. Cada uno defendió sus propuestas, explicadas ya en sus programas electorales, y se dejó ver poca capacidad de entendimiento salvo en la cuestión de la eutanasia.
Pablo Casado(PP) rehuyó a hablar del aborto, pese a las polémicas surgidas durante la campaña electoral, y en su lugar defendió la aprobación de una Ley de maternidad con el objetivo de poner “todos los recursos disponibles a favor de la vida”. Mientras, se mostró a favor de la muerte digna y del testamento vital, como ya ha sido regulado en algunas comunidades autónomas gobernadas por los populares. Sobre estas cuestiones, Pedro Sánchez (PSOE) acusó a Casado de “querer volver a la ley del aborto de 1985” mientras que reprochó a PP y a Ciudadanos de “paralizar y bloquear hasta en 19 ocasiones la tramitación de la ley de eutanasia”.
Sobre el aborto y la eutanasia, se vió más entendimiento entre PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos; el PP defendió en su lugar una ley de apoyo a la maternidad y los cuidados paliativos
Por su parte, Albert Rivera (Ciudadanos) defendió la actual regulación sobre el aborto e invitó a Casado a apoyar en la próxima legislatura una ley de muerte digna y otra sobre eutanasia: “Estamos en el siglo XXI, hay que dar garantías a médicos, pacientes y familiares”. Mientras, Pablo Iglesias (Unidas Podemos) aprobó que se hable de ayudas a las familias pero subrayó que se trata de “un tema diferente” al de la interrupción voluntaria del embarazo. Sobre ello, cree que “todos en privado estaríamos de acuerdo”. Además, instó al resto a estar “a la altura” en la cuestión de la eutanasia.
TARJETA, LISTAS DE ESPERA, RENOVACIÓN Y SUELDOS
En otra parte del debate, se les preguntó directamente por sus propuestas sanitarias y fue en este punto cuando cada candidato defendió sus propias medidas y criticó las contrarias. Rivera tan sólo tuvo ocasión de hablar de su promesa estrella en esta campaña, la tarjeta sanitaria única. Como ha hecho en ocasiones anteriores, anunció que si gobierna la enviará “en los primeros 100 días” a los hogares españoles.
Rivera repitió su promesa sobre la tarjeta sanitaria única; Casado defendió la libre elección de médico; Iglesias anunció "sueldos mejores" para los sanitarios; y Sánchez apostó por una Estrategia de renovación del SNS
Tras él, Casado denunció que cuando el PP llegó al Gobierno en 2011 se encontraron con una sanidad “que estaba quebrada”. Por otra parte, habló de garantizar que las esperas no se retrasen más de un mes y que haya libertad para elegir médico y hospital. En su lugar, Iglesias apostó por ofrecer “sueldos mejores” a los profesionales sanitarios y a inyectar “más dinero a la sanidad pública” ya que entiende que “no se cuida lo suficiente”.
Mientras, Sánchez dedicó su discurso a hablar de las acciones llevadas a cabo en 10 meses de Gobierno. Así, mostró su orgullo por haber “recuperado la universalidad de la sanidad”, por incluir en la cartera de servicios “el cribado en cáncer de útero” o garantizar la reproducción asistida a mujeres lesbianas y solas. Finalmente, apostó por una “Estrategia de renovación del Sistema Nacional de Salud que mejore los recursos, que lo adapte tecnológicamente y amplíe la cartera de servicios” como el servicio de salud bucodental.