La cara sanitaria del PSOE en el Congreso de los Diputados en los últimos años tiene nombre y apellido: Jesús María Fernández. Este diputado por Navarra ha sido desde 2016 portavoz sanitario de su formación en la Comisión de Sanidad y este martes ha anunciado que deja su escaño y que no concurrirá a las próximas elecciones generales del 28 de abril. Minutos después de anunciar su decisión a través de redes sociales, este diputado ha compartido con ConSalud.es sus sensaciones vividas. A pesar de que no tiene fijado un proyecto concreto, lo que sí que tiene claro “con total seguridad” es que seguirá vinculado al ámbito sanitario.
¿Qué le ha llevado a tomar esta decisión? ¿Ha sido personal o el partido ha tenido algo que ver?
He decidido en este momento no concurrir a las elecciones generales. Creo que he cumplido una faceta profesional política y tengo claro que voy a seguir en el mundo de la sanidad. Ha sido una decisión personal.
"En los últimos nueve meses del Gobierno socialista hemos visto resolver muchos temas que estaban pendientes: desde la prescripción enfermera hasta abordar los problemas de la Atención Primaria"
¿Qué valoración hace de sus tres años como diputado en el Congreso?
Ha sido una gran experiencia. Hemos hecho acuerdos importantes entre todas las fuerzas políticas. El PSOE ha estado siempre ahí, presentando iniciativas, llevando la iniciativa y también tratando de mejorar las ideas de otros grupos. El balance en la Comisión de Sanidad creo que ha sido muy positivo.
Es una enorme experiencia y oportunidad para alguien como yo que ha estado en el ámbito de la gestión pública, tanto en Navarra como en el País Vasco, y en la gestión de proyectos sanitarios desde el ámbito mundial. Y desde la empresa privada, tanto en la consultaría como de los sistemas de información, tratando de traer la innovación a la sanidad para mejorar los servicios que reciben los ciudadanos. Estoy muy satisfecho y lo que espero es seguir contribuyendo a la misma.
En este tiempo, aunque parezca escaso desde el punto de vista político, ha habido grandes cambios. ¿Cómo los ha vivido desde el escaño?
Desde el punto de vista del Ejecutivo, ha habido dos momentos. Los primeros años han sido más complicados por estar el Gobierno en manos del Partido Popular. Sinceramente, no había actividad en materia sanitaria. Sin embargo, en los últimos nueve meses del Gobierno socialista hemos visto resolver muchos temas que estaban ahí pendientes: desde la prescripción de enfermería hasta la regulación de la publicidad sanitaria o abordar los problemas que tiene la Atención Primaria.
"Estoy orgulloso de la ley de universalización y de eliminar la discriminación por razón de enfermedad; sobre las leyes de muerte digna y eutanasia, estoy seguro que el amplio consenso continuará; y queda pendiente un debate sobre la financiación sanitaria"
¿De qué se siente más satisfecho en cuanto a iniciativas sanitarias?
De todas las iniciativas y leyes que hemos aprobado, y también las que no se han aprobado pero sobre las que se ha quedado un consenso o una postura mayoritaria, estoy satisfecho de la ley de universalización o de la que elimina le discriminación por razón de enfermedad, que ambas son una realidad. También está la ley de muerte digna, sobre la cual hemos alcanzado un consenso con todas las fuerzas políticas aunque no ha sido posible por unos días. Pero el consenso está ahí y no tengo ninguna duda de que esa ley, pendiente desde la primera iniciativa socialista en el 2011, se va a aprobar. Igualmente la ley de eutanasia, que tal y como la hemos redactado y se ha visto en el Congreso dos veces, tiene una amplia mayoría de grupos políticos a favor. Estoy seguro que continuará en la próxima legislatura.
¿Y hay algo de lo que se arrepiente o sobre lo que cree que deberían haber actuado de otra manera?
Creo que queda pendiente el debate sobre financiación. Los presupuestos del 2019 eran buenos para la sanidad española, sobre todo porque mejoraban la financiación autonómica y eliminaban los copagos de forma progresiva. Ha sido un cambio importante que aunque no se ha llegado a aprobar, seguramente se llevará adelante si el PSOE gobierna en el futuro. Pero nos queda pendiente un debate sobre la financiación sanitaria. Hay que abordar cuál es la necesidad de financiación que tienen las comunidades autónomas para financiar la sanidad, cómo se reparte entre ellas y cómo dotamos a un Fondo de Cohesión de los recursos suficientes para asegurar que los ciudadanos que necesitan servicios de alta complejidad puedan acceder sin trabas a los mejores.
"Estoy muy agradecido al resto de portavoces; más allá de las diferencias, ha habido un debate sincero y un trabajo honesto; todos hemos sido muy trabajadores y gracias a eso hemos logrado muchos acuerdos"
Con respecto a la Comisión de Sanidad, ¿con qué sensación se queda de su experiencia y trabajo con los compañeros de otros partidos?
Con mis compañeros del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad estoy tremendamente orgulloso y en deuda. Han hecho un trabajo excelente tanto en el ámbito sanitario como en el del Consumo y los Servicios Sociales, tres ámbitos que tienen mucha relación entre sí. Y también tengo que decir que estoy muy agradecido al resto de portavoces de los demás grupos porque más allá de las diferencias creo que ha habido un debate sincero y un trabajo honesto, cada uno tratando de llevar sus propias ideas. Todos los portavoces son muy trabajadores y gracias a eso hemos logrado muchos acuerdos.
¿Ha pensado a qué se dedicará a partir de ahora?
No tengo ahora mismo un proyecto definido, pero voy a seguir trabajando sea dentro de la política pública o sea desde el ámbito privado, donde también he estado. Sí que voy a estar vinculado a la sanidad con total seguridad.
"Deseo mucho diálogo y estabilidad entre los grupos, que aparten sus diferencias, que haya menos enfrentamientos y más espíritu de construir juntos un Gobierno estable, de progreso y sensible a los problemas de la sanidad española"
¿Qué espera de las elecciones generales del 28 de abril?
Espero que haya una mayoría progresista en el Congreso de los Diputados que permita tener un Gobierno que continúe con el trabajo de recuperación de derechos y de abordar los retos que tiene la sanidad española. Creo que el PSOE está ahí en primer lugar por su trayectoria, por su bagaje, porque todos sabemos lo que ha sido para la sanidad española en los últimos 40 años, y también por las ideas y el proyecto que personaliza. En su lugar, deseo mucho diálogo y estabilidad entre los grupos políticos. No va a haber mayorías absolutas, entonces me gustaría que todos los grupos dejen aparte sus diferencias y que haya más diálogo, menos enfrentamiento y más espíritu de construir juntos un Gobierno estable, de progreso y que sea sensible a los problemas de la sanidad española.
A su juicio, ¿por qué camino debe dirigirse el Sistema Nacional de Salud en los próximos años?
Tiene que consolidar los cimientos del Sistema Nacional de Salud como se establecieron en el 1986 con la Ley General de Sanidad y todo el marco legal que ha venido después, que es muy bueno: tanto en el ámbito del medicamento, de la ordenación de profesiones, de cohesión y calidad. También hay que abordar problemas que como en todo gran sistema siempre existen, como el número de profesionales, sobre cuál es su motivación, cómo garantizamos su formación continua, su capacidad de investigar o la introducción de nuevas especialidades y profesiones sanitarias. Insisto de nuevo en el asunto de la financiación, porque la financiación sanitaria actual no es suficiente. Y, por último, hay que aprovechar la innovación, tanto tecnológica, farmacológica, terapéutica y organizativa para construir un modelo asistencial y un sistema sanitario que tiene que ser diferente del que conocimos hace 30 años. Hoy la tecnología es diferente, los profesionales están mucho mejor preparados y los problemas de la gente también son diferentes.