En sus primeras entrevistas a los medios tras tomar posesión, María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, se mostraba partidaria de equiparar la gestación subrogada con el tráfico de órganos y menores con el fin de que dicha práctica pueda ser declarada ilegal desde el ámbito internacional. Esta declaración ha sido completamente rechazada por Ciudadanos, que incluso ha presentado una iniciativa parlamentaria.
La formación naranja ha registrado este lunes en el Congreso una proposición no de Ley (PNL) “para la declaración de la gestación subrogada como una práctica radicalmente ajena al tráfico de órganos o de menores” para que pueda debatirse en la Comisión de Igualdad.
La formación naranja incide en que la gestación por subrogación "constituye una realidad tanto en España como en los países de nuestro entorno" y que la "mejor solución" es regularla
Desde Ciudadanos, defensores de la gestación subrogada como así lo ha declarado tanto Albert Rivera como la diputada Patricia Reyes, destacan que la legislación internacional “reconoce los derechos de los menores así nacidos a acceder plenamente a los derechos de ciudadanía que les corresponden como hijos de sus padres”.
Por otra parte, han rechazado las declaraciones de la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en el pasado Consejo de Ministros donde incidía en su rechazo al considerarla “una compraventa de niños”. Con esta afirmación, Ciudadanos cree que se “atenta gravemente contra la dignidad y el interés superior del menor de los miles de niños y niñas españoles así nacidos en el extranjero, así como de sus padres, al equipararlos, de facto, a órganos obtenidos a través de mafias, y atraficantes de órganos y de menores, respectivamente”.
“UNA REALIDAD”
La formación que preside Rivera considera que la gestación por subrogación “constituye una realidad tanto en España como en los países de nuestro entorno”. Así, creen que es “un procedimiento que se ve con la misma naturalidad que otras expresiones de los cambios de percepciones sociales ante instituciones ligadas a nuevos modelos familiares, y que tienen como denominador común la variedad con la que las personas quieren expresar su propia concepción de las relaciones familiares y asumir la condición de progenitores”.
Por todo ello, inciden en que “la mejor solución, la más garantista, es regular, no es cerrar los ojos ni prohibir” y que se trata de “una forma alternativa de acceder a la paternidad o maternidad que la legislación ha de tutelar y regular para conciliar los derechos en juego de todos los que participan y sea acorde al interés superior de los menores así nacidos”.