Las acciones y decisiones que se toman desde la Unión Europea en cuanto a políticas sanitarias tienen un gran impacto en la salud global. Es por ello que, desde el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, entidad dependiente de la OMS, se han preguntado qué políticas y con qué fines se deberían poner en marcha de cara a mejorar la salud global.
"Cada vez se reconoce más que un enfoque más coherente de la UE hacia la salud global podría fortalecer su gobernanza y mejorar las políticas sanitarias globales", se especifica desde la entidad. Por ello, se resaltan las conclusiones del Consejo Europeo de este año, en las que se destacaba la necesidad de poner el foco en los cambios a los que nos enfrentamos a nivel global, comprometernos con el bienestar, crear sistemas más fuertes y estar preparados para las futuras amenazas para la salud.
Igualmente, la entidad apunta que todavía queda margen para mejorar estas políticas. "Esto significa alinear las políticas" y "coordinar las distintas direcciones y agencias de la Comisión y otros actores de la UE, como el Servicio de Acción Exterior y el Banco Europeo de Inversiones", explican. Hay cinco áreas de política en las que los instrumentos podrían alinearse con los objetivos de salud mundial.
"Los proyectos financiados por la UE pueden perseguir diversos objetivos en el ámbito de la salud"
Una de las áreas principales en las que se pone el foco a la hora de repensar las políticas sanitarias es el comercio de bienes y servicios. Y es que, si bien parece no tener mucho que ver con la sanidad de los países, "el comercio puede tener un impacto importante en la salud".
En este punto se pone de manifiesto que el comercio puede tener impactos positivos cuando se trata de acceder y pagar productos importantes que apoyan la salud, como medicamentos o equipos médicos. Por el contrario, la política comercial también afecta la distribución de productos que afectan negativamente a la salud, como por ejemplo el tabaco. Por ello, las políticas de comercio deben implementar la visión sobre el impacto en la salud, así como un enfoque OneHealth.
Otra de las áreas es la de instrumentos fiscales. En este punto se destaca que "los proyectos financiados por la UE pueden perseguir diversos objetivos en el ámbito de la salud, relevantes para los Estados miembros de la UE, los países en vías de adhesión y otros países". No en vano, existen grandes ejemplos como el de 'EU4Health' o el programa 'InvestEU'.
La ayuda al desarrollo y la ayuda humanitaria por parte de la UE es otra de las áreas que puede tener un impacto en la salud
La ayuda al desarrollo y la ayuda humanitaria por parte de la UE es otra de las áreas que puede tener un impacto en la salud. "Más allá de proporcionar ayuda inmediata, la acción humanitaria de la UE también se centra en fortalecer las capacidades de preparación y respuesta", explican. Por ejemplo, los fondos para esta ayuda han apoyado la recuperación tras la Covid-19. También se presta asistencia técnica a través de las reservas médicas.
También se pone de manifiesto la importancia de fomentar el multilateralismo. Por ejemplo, "la UE desempeña un papel importante a la hora de influir en la agenda del G7", además de en otras alianzas como el G20 o la ONU. "La UE ha desarrollado una mayor comprensión de la importancia de las asociaciones para abordar las crecientes preocupaciones sanitarias resultantes de las crisis sanitarias, el cambio climático y otras amenazas crecientes a la bioseguridad", comentan.
Finalmente, se habla de las asociaciones de investigación y formación que puede realizar la UE para "perseguir objetivos de salud global y ciencia". Así, "es importante promover asociaciones transfronterizas que aborden cuestiones actuales y formen vínculos diplomáticos", como sería el caso de las asociaciones de ensayos clínicos entre Europa y los países en desarrollo.