Pese a las tasas e incidencia de cáncer en España y el resto de países de la Unión Europea, desde la OCDE se ha advertido de que todavía "se necesita una fuerte voluntad política y acciones específicas para hacer de la prevención una prioridad efectiva" en la lucha contra esta enfermedad. "Son necesarios una mayor concienciación, divulgación y un mayor papel de la atención primaria", se lamenta.
Así lo ha dado a conocer la entidad europea en su informe más reciente sobre las desigualdades en prevención y detección temprana del cáncer en la UE. El cáncer causa casi una cuarta parte de todas las muertes en este territorio, y se estima que en el 2022 hubo 2,78 millones de nuevos casos de cáncer. A pesar de ello, todavía persisten las desigualdes no sólo entre países, sino también entre las regiones de un mismo estado.
Si bien la mortalidad ha disminuido un 10%, los datos de muertes siguen siendo altos. De hecho, esta mortalidad representa el 22,5% del total y varía 1,6 veces entre los países de la UE. En estos momentos, las tasas más altas se encuentran en Croacia, Hungría, Letonia, Eslovaquia y Eslovenia; mientras que Finlandia, Luxemburgo, España y Suecia, tienen la tasas de mortalidad más bajas.
En el caso de las regiones de Francia, Alemania, Polonia o nuestro país, la diferencia en las muertes puede llegar al 30%
"No todo el mundo tiene el mismo riesgo de morir de cáncer, ni siquiera dentro del mismo país", se alerta. Por ejemplo, en el caso de Rumanía las tasas pueden tener una diferencia de hasta el 37%. En el caso de Francia, Alemania, Polonia o nuestro país, esta diferencia puede llegar al 30%. Además, los hombres tienen tasas casi un 70% más altas que las mujeres, especialmente aquellos con niveles educativos bajos.
Igualmente, se señala que "todos los países tienen margen para priorizar las políticas de prevención". En este sentido, se especifica por ejemplo que a pesar de los programas de detección poblacional de cáncer de mama, colorrectal y cervical en la mayoría de los países de la UE en 2023, "las tasas de participación varían mucho y son preocupantemente bajas en muchos países". Es más, en 11 países menos de la mitad de las mujeres de entre 50 y 69 años se han realizado una mamografía en los últimos dos años.
No obstante, "existe una amplia gama de opciones políticas para que los países mejoren mediante una mayor participación en la detección y el diagnóstico más temprano del cáncer". Algunas de las grandes propuestas de la OCDE tienen que ver con avanzar en una mayor conciencia sobre el cáncer, sus síntomas relacionados y los beneficios de las pruebas de detección.
Todos los países tienen margen para priorizar las políticas de prevención
Por ello, y para llegar a las poblaciones más vulnerables, se proponen también modelos de unidades móviles de detección o incluso pruebas de automuestreo. Igualmente, la concienciación sobre el cáncer es una gran herramienta para luchar contra la enfermedad, ya que el nivel educativo, el origen étnico y la edad pueden afectar en este sentido. Por ejemplo, se ha descubierto que los grupos socioeconómicos más bajos en España y Francia tienen una menor concienciación sobre el cáncer y un comportamiento más retrasado en la búsqueda de ayuda.
La atención temprana proporcionada en AP con los médicos de familia es igualmente importante. Los facultativos "están en la mejor posición para aclarar preguntas y recordar a las poblaciones elegibles acerca de los programas de detección". Además, se destacan también los mecanismos de "vías rápidas", que reducen el tiempo entre la sospecha del cáncer y el diagnóstico.
Finalmente, se destaca también el papel de los medicamentos oncológicos, pues sus "altos precios absorben una proporción cada vez mayor de los presupuestos sanitarios". Por ello también se muestra una marcada variabilidad en la proporción de medicamentos para el cáncer de mama y pulmón que se cubren públicamente. Por ejemplo, Alemania cubre todas las indicaciones/productos, mientras que Malta, Chipre y Letonia cubren menos de un tercio.