Hace apenas unas semanas, el Foro Económico Mundial ubicó al sistema sanitario español como el mejor del mundo en un informe sobre la competitividad mundial. Sin embargo, este honorífico título no se ve acompañado de una buena imagen en todos los aspectos. Y así se desprende de otro reciente informe realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre financiación pública en la atención sanitaria.
Según este documento, publicado en febrero, hasta 22 países de la OCDE superan a España en inversión sanitaria pública. Los datos, correspondientes a 2017, revelan que el 71 % del gasto sanitario que se realiza en España proviene de los fondos públicos. Se trata de un porcentaje que coincide con la media de los 36 países que analiza el informe pero que se ve superado por una gran cantidad de países.
El 85 % del gasto en sanidad de Noruega y Luxemburgo proviene de fondos públicos; los países con peores datos de inversión pública en sanidad son Suiza (30 %), Chile y EE.UU. (50 %)
Los estados que más inversión pública acometen en sus sistemas sanitarios son Noruega y Luxemburgo: el 85 % del gasto en sanidad de estos países está financiado de forma pública. A continuación se sitúan Japón, Dinamarca y Suecia, con un 84 %. Por su parte, los países con peores datos de inversión pública en sanidad son Suiza (30 %), Chile y los Estados Unidos (50 %).
Gasto público en sanidad en el conjunto de los países de la OCDE
UN 15 % DEL GASTO DEL GOBIERNO
Por otra parte, el informe de la OCDE analiza qué porcentaje supone el gasto en salud proveniente de fondos públicos como parte del gasto total del Gobierno. En España, la financiación pública en sanidad representa el 15 % del gasto global del Ejecutivo, cifra que coincide con la media del total de los estados analizados.
El informe de la OCDE puntualiza que España disminuyó un 5 % este gasto al verse "gravemente afectada por la recesión económica a raíz de las crisis financieras"
En esta clasificación vuelve a liderar Japón, que dedica un 23 %, junto a Estados Unidos. Le siguen Nueva Zelanda, Irlanda y Alemania, con un 20 %, además de Países Bajos, Canadá, Reino Unido y Suecia, con un 19 %. Los peores datos los ofrecen Letonia (9 %) junto a Turquía, Hungría y Grecia (10 %).
A pesar de ello, el documento puntualiza que los casos de España y Portugal son excepcionales. Según la OCDE, estos países “se vieron gravemente afectados por la recesión económica a raíz de las crisis financieras”. Así, inciden en que “la proporción de la financiación pública en salud ha disminuido como consecuencia de las medidas adoptadas para controlar el gasto público a partir de 2009”. Y como resultado de ello, “la proporción disminuyó en España en 5 puntos porcentuales”.