El líder de la mayoría republicana en el Senado de EEUU, Mitch McConnell, asegura que la nueva propuesta de su partido para derogar y reemplazar la actual ley sanitaria, cuenta "con un gran apoyo", mientras evalúa la posibilidad de que se vote la próxima semana. "Es una idea interesante y que tiene un gran apoyo. Mientras seguimos discutiendo esa legislación, quiero agradecer a los senadores Lindsay Graham y BillCassidy por todo su trabajo duro", comenta McConnell desde el pleno de la Cámara.
Es la primera vez que McConnell aborda el proyecto legislativo esta semana para reemplazar el Obamacare, como se conoce a la actual ley sanitaria porque fue impulsada por el ex presidente Barack Obama. La iniciativa está ganando impulso a medida que los conservadores se acercan a la fecha límite del 30 de septiembre para lograr aprobarla con una mayoría simple de 51 votos.
Tras un fracaso este verano en el Capitolio, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, insistió a sus colegas para aprobar cualquier tipo de derogación y así poder cumplir su promesa electoral de reforma sanitaria, la opción de Graham y Cassidy ha reabierto el debate sobre el asunto. La propuesta plantea la posibilidad de dejar el destino de los seguros médicos y sus subsidios en manos de los estados, algo que apela a la libertad de gobierno defendida por el conservadurismo estadounidense. El proyecto derogaría partes clave del Obamacare, incluyendo el mandato individual por el que los ciudadanos son multados si no contratan un seguro; los subsidios a las aseguradoras y los fondos para la expansión del Medicaid (acceso sanitario para las personas con bajos recursos), con subvenciones en bloque que serían entregadas a los estados.
“LEY EXTREMA Y DESTRUCTIVA”
Sin embargo, los demócratas, encabezados por los líderes de las minorías en el Senado y la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, respectivamente, han advertido de las consecuencias del texto legislativo y han llamado a la Oficina no partidista del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) a que evalúe su posible impacto. "Un análisis integral de la CBO es esencial antes de que los republicanos impongan una votación precipitada y peligrosa sobre una ley de abrogación extrema y destructiva", escribieron los líderes demócratas en una carta enviada a la Oficina este lunes.
Las propuestas anteriores que plantearon los conservadores hubieran supuesto entre 22 y 32 millones de personas sin seguro médico en los próximos diez años. Los republicanos están tratando de averiguar si tienen suficiente apoyo para aprobar la ley antes del 30 de septiembre, el plazo para usar un proceso vinculado a los presupuestos conocido como reconciliación, que impediría que los demócratas bloqueen el proyecto legislativo.
No obstante, los demócratas también están denunciando la falta de transparencia y la ausencia de audiencias para debatir la ley, como suele ocurrir con un procedimiento usual, ya que, hasta el momento, solo hay convocada una en comparación con las más de 50 que se celebraron para evaluar el Obamacare.
CONSENSO BIPARTIDISTA
Además de la oposición demócrata, un grupo bipartidista de gobernadores urge al Senado a no considerar el nuevo proyecto de ley, ante las consecuencias que podría tener sobre la reducción del acceso sanitario para los ciudadanos. “Mientras siguen considerando los cambios en el sistema de atención de salud estadounidense, les pedimos que no acepten la enmienda de Graham-Cassidy y renueven el apoyo a esfuerzos bipartidistas para hacer la atención médica más disponible y asequible para todos los ciudadanos”, escriben en una carta enviada al líder de la mayoría republicana, Mitch McConnel y al de la minoría demócrata, Chuck Schumer.
Los diez firmantes del texto llaman a un consenso entre ambos partidos para abordar un tema clave para los estadounidenses. Apelan al presidente del Comité de Salud, el conservador Lamar Alexander, y a la demócrata de más alto rango de la comisión, Patty Murray, quienes han celebrado ya varias audiencias para buscar un lugar común en la mejora del sistema de salud para los dos partidos. “Esperamos que el comité, a través de un proceso abierto, pueda desarrollar una legislación bipartidista y esfuerzos que merezcan apoyo”.
Además, piden “que apoyen los esfuerzos bipartidistas para traer estabilidad y asequibilidad a nuestro mercado de seguros. La legislación debe ser considerada bajo procedimiento regular, incluyendo audiencias en los comités de salud y con la aportación de las partes pertinentes relacionadas con la sanidad”. Así, los gobernadores rechazan la premura con la que la Administración Trump quiere impulsar la propuesta.