El Ministerio de Sanidad ha compartido las últimas estimaciones sobre el número de personas que conocen su diagnóstico de VIH en España. El estudio, realizado en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, estima que la cifra de personas con VIH no diagnosticadas se ha reducido casi a la mitad (-42,3%) en los últimos cuatro años: del 13% al 7,5%.
Esta evolución sitúa la tasa de personas diagnosticadas de VIH en el 92,5% y posiciona a España en el camino para alcanzar el objetivo del 95% fijado para en la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III en coordinación con el Ministerio de Sanidad, el 92,5% de las personas que vive con el VIH en España conocería su diagnóstico de infección, el 96,6% está recibiendo tratamiento antirretroviral y el 90,4% tiene la carga viral suprimida.
La tasa de personas diagnosticadas de VIH es del 92,5%, lo que posiciona a España en el camino para alcanzar el objetivo del 95% fijado por la OMS
La disminución de la fracción no diagnosticada es el dato que presenta mayor evolución en este informe. Actualmente, se estima esa tasa en el 7,5% en el periodo 2021-2022, frente al 13% estimado en el periodo 2017-2019.
La ONU en materia de sida (ONUSIDA) estableció como objetivo para acabar con la infección por el VIH como problema de salud pública que, en el año 2020, el 90% de las personas con infección por el VIH estuvieran diagnosticadas, de ellas el 90% estuvieran con tratamiento antirretroviral y de estas el 90% tuviera la carga viral suprimida. Este objetivo denominado 90-90-90, se amplía hasta el 95-95-95 a conseguir en el año 2030, como parte de la meta 3 de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
España está alineada con estos objetivos mundiales y realiza estimaciones periódicas de los avances en estos tres indicadores, según se ha manifestado desde el miniserio de Sanidad.
La infección por el VIH no presenta síntomas hasta sus fases finales, de tal modo que una persona puede haber contraído la infección y desconocerlo. Diagnosticar precozmente la infección por el VIH es de vital importancia para que una persona pueda recibir tratamiento antirretroviral de forma temprana, mejorando así su calidad de vida y contribuyendo a cortar la cadena de transmisión. La realización de la prueba de VIH es la mejor manera de reducir la fracción no diagnosticada.