El Ministerio de Sanidad ha iniciado el trámite de audiencia e información pública de un Proyecto de Orden por la que se establece el sistema de información HEBAR como “herramienta epidemiológica ambiental” basada en el control de las aguas residuales. Con este método se vigilará de forma “sistemática” cómo circula el SARS-CoV-2 y sus variantes, y servirá de “alertatemprana” ante futuros brotes de agentes patógenos.
Según explican en el proyecto normativo, texto al que ha tenido acceso ConSalud.es, esta herramienta “recogerá las características del sistema de saneamiento y estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), así como los resultados analíticos de contaminantesemergentes”.
En función de las necesidades de la vigilancia en salud pública “y la vigilancia hidráulica”, la orden también se marca como objeto desarrollar planes bienales de control. Y en el primero de ellos, para el periodo 2023-2024, se analizará el material genético del SARS-CoV-2 en las aguas residuales.
El control del material genético del SARS-CoV-2 en aguas residuales se realizará en 79 localidades de gran tamaño, según el primer listado del plan bienal 2023-2024
En la propuesta de orden, el Ministerio de Sanidad detalla que con el objeto de “proteger la salud de la población”, se aplicará la vigilancia de las aguas residuales en las poblacionesespañolas de más de 150.000 habitantes, en las capitales de provincia o de comunidades autónomas o en los municipios que las autoridades sanitarias consideren pertinente. Según el primer listado, se prevé actuar sobre 79 localidades.
Este sistema se encargará, así, de detectar las variantes conocidas del Covid-19 “mediante determinaciones por RT qPCR”. Éstas, apunta Sanidad, “permiten la identificación de uno o más marcadores moleculares específicos y a su vez permiten estimar la proporción relativa presente en la muestra de dicho marcador respecto al resto de variantes presentes en la muestras.
Estos controles se harán “al menos quincenalmente”. Mientras, la detección de variantes no conocidas se hará “mediante secuenciación” con las muestras que presenten “mejores condiciones” y con una frecuencia mensual “al menos”.
APLICANDO LA NORMATIVA EUROPEA
En la exposición de motivos, el Gobierno defiende que nuestro país realizó el control de las aguas residuales “desde el inicio de la pandemia” y que lo ha continuado “hasta este momento”. No obstante, citan una recomendación de la Comisión Europea de marzo de 2021 en la que se señalaba a los Estados miembros como “responsables de decidir las estrategias para rastrear la presencia del SARS-CoV-2”.
El sistema HEBAR y los procedimientos de vigilancia creados tendrán un "valor añadido" para alertar de forma temprana "posibles brotes futuros de otros patógenos preocupantes"
Con esta tarea como cometido, Sanidad define como uno de los ámbitos en los que debe centrarse la estrategia nacional es “la rápida detección de las variantesactualesy futuras del SARS-CoV-2 que susciten preocupación”. Por ello, esta orden ministerial busca también actualizar la estrategia nacional para que se adapte a las nuevas variantes.
En todo caso, y aunque la nueva herramienta de recogida de datos se centrará en la vigilancia del Covid-19, el Ministerio de Sanidad avanza que tanto este sistema como los procedimientos de vigilancia que se creen también tendrán “un valor añadido más allá de la vigilancia del SARS-CoV-2” de forma que sirva “de alerta temprana para posibles brotes futuros de otros agentes patógenos preocupantes o para amenazas procedentes de otros contaminantes que susciten preocupación”.
Según el texto sometido al trámite de información pública, serán el Ministerio de Sanidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico los departamentos que administren y gestionen el sistema de información HEBAR.