La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha confirmado este martes las actuaciones que su departamento prevé desarrollar para frenar el acceso, principalmente a los menores de edad y adolescentes, a los alimentos menos sanos que se ofertan a través de máquinas de vending en espacios como los colegios, los institutos y los hospitales.
En declaraciones al programa Espejo Público, de Antena 3, la ministra ha asegurado que, por una parte, trabajarán con las empresas que fabrican estos alimentos “para que reduzcan los contenidos de azúcar y grasas saturadas”. En este sentido, ha defendido que existe un código de autoregulación del sector para establecer controles.
Carcedo ha compartido su intención de limitar la fabricación de productos menos sanos y el acceso a éstos en los centros públicos
Por otra parte, ha anunciado que el Ministerio de Sanidad pretende “desarrollar” una parte aún “pendiente” de la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición con el objetivo de “reducir la accesibilidad libre de los menores” a este tipo de alimentos. A pesar de que no ha detallado las medidas concretas que se tomarán, Carcedo ha compartido su intención de limitar su acceso y de reducir los productos menos sanos.
“FIRME DEFENSORA DEL AGUA DE GRIFO”
Por otra parte, Luisa Carcedo considera que “sería un poco exagerado” tener que regular por ley que establecimientos como los bares o restaurantes tengan que servir agua de manera obligatoria. Pese a que la ministra de Sanidad considera que “el agua del grifo debe estar accesible a toda la ciudadanía”, cree que se trata más de una “cuestión de conciencia ciudadanía”.
En este sentido, ha afirmado que Sanidad no ha valorado “si se necesita ir a una ley”. Aún así, se ha posicionado como “firme defensora” de este tipo de agua por ser “de calidad y estar sometida a muchos controles sanitarios”. Finalmente, ha destacado que “si tiene calidad y garantías sanitarias, que la ciudadanía sepa que puede beber con tranquilidad agua del grifo”.