El Ministerio de Sanidad muestra su compromiso con la protección del medio ambiente y recomienda medidas para evitar la contaminación desde la perspectiva de la prescripción de productos sanitarios. Así se desprende del documento 'Medidas para reducir la huella de carbono de los inhaladores presurizados utilizados en el tratamiento de enfermedades respiratorias', un documento elaborado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a petición del Ministerio para la Transición Ecológica que analiza esta cuestión.
El escrito, al que ha tenido acceso ConSalud.es, explica que los medicamentos que contienen excipientes hidrofluorocarbonados (HFA) están indicados, fundamentalmente, para patologías como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
"Sería adecuado establecer estrategias conjuntas que permitan la sustitución de estos medicamentos por otros por un menor impacto ambiental, manteniendo un nivel óptimo de control de las patologías en estos pacientes"
Desde el organismo regulador apuntan que si bien los inhaladores presurizados de dosis medida (pMDI, por sus siglas en inglés pressurized metered dose inhaler) no son perjudiciales para la capa de ozono, "sí que contribuyen al efecto invernadero, por lo que sería adecuado establecer estrategias conjuntas que permitan la sustitución de estos medicamentos por otros por un menor impacto ambiental, manteniendo un nivel óptimo de control de las patologías en estos pacientes".
La AEMPS reconoce que el impacto climático que supone el uso de HFA como propelentes en aerosoles médicos, toda vez que sostiene que son necesarias medidas para reducir dicho impacto. Para ello, cree que serían acciones informativas y educativas dirigidas a los médicos prescriptores con el objetivo de fomentar una mayor prescripción de inhaladores libres de propelentes, dado que, en muchos pacientes, sería posible el cambio de dispositivos pMDI por inhaladores de polvo seco (DPI, por sus siglas en inglés dry powder inhalers), manteniendo el control de la enfermedad y siendo igualmente eficaces y seguros.
Otra medida que reduciría el impacto climático de los pMDI es la reformulación con gases propelentes menos contaminantes. La AEMPS fomenta y apoya la investigación de estos propelentes "verdes" y confía, de acuerdo a estimaciones de las compañías farmacéuticas, en que dichos gases puedan estar disponibles para su evaluación en un periodo no superior a cinco años.
En conclusión, declaran desde la AEMPS, "estamos de acuerdo en fomentar el cambio de pMDIs a DPIs en las situaciones clínicas en las que este cambio sea factible, de manera consensuada con las sociedades científicas implicadas en el manejo del asma y EPOC, y teniendo en cuenta la opinión de los profesionales sanitarios y pacientes".
"Estamos de acuerdo en fomentar el cambio de pMDIs a DPIs en las situaciones clínicas en las que este cambio sea factible, de manera consensuada con las sociedades científicas implicadas en el manejo del asma y EPOC, y teniendo en cuenta la opinión de los profesionales sanitarios y pacientes"
Junto a ello, subrayan desde el órgano dependiente del Ministerio de Sanidad, "es necesaria una transición hacia inhaladores pMDI que utilicen es propelentes menos contaminantes en los casos en que sea factible, dado que estos inhaladores son insustituibles en determinadas situaciones clínicas".
Las conclusiones de este documento están en línea de las recomendaciones de otros países, como Reino Unido a través de las guías NICE, sociedades científicas europeas, o sociedades científicas españolas como SEPAR o Neumomadrid. A todo ello se suman las asociaciones de pacientes, la Alianza Médica contra el Cambio Climático o la nueva guía española para el control del asma, GEMA.