La reducción del consumo de antibióticos se ha convertido en uno de los mayores retos de las instituciones públicas sanitarias a nivel mundial. La preocupación global por el incremento de la resistencia, que indica que en el 2050 puede desbancar al cáncer como primera causa de muerte, ha apresurado a los distintos gobiernos a tomar medidas con el objetivo de atajar esta amenaza. España también se ha puesto las pilas en este sentido.
Este año, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, han aprobado el nuevo Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN 2019-2021), documento que renueva al anterior (2014-2018) y que cuenta con la participación de todas las autonomías, hasta ocho ministerios, 70 sociedades científicas, organizaciones colegiales, asociaciones profesionales, universidades y más de 300 expertos.
Vigilancia, control, prevención, investigación, formación y comunicación, las seis líneas estratégicas sobre las que se asiente el PRAN 2019-2021
A pesar de que esta nueva maniobra se centrará en la estrategia de “reducir el consumo de antibióticos y disminuir la necesidad de utilizarlos en medicina humana y veterinaria”, el PRAN 2019-2021 seguirá focalizándose sobre las líneas de actuación vigentes: vigilancia, control, prevención, investigación, formación y comunicación. Además, se incluyen nuevas acciones para dar a conocer el papel del medioambiente en este asunto.
Kit de debate sobre resistencia a los antibióticos para colegios e institutos (Foto: PRAN)
SEIS LÍNEAS ESTRATÉGICAS
Desde el punto de vista de la vigilancia del consumode antibióticos en la salud humana, destacan acciones como la implementación de la Red Nacional de Laboratorios de Apoyo para el Diagnóstico de la Resistencia a los Antibióticos, la mejora de la obtención de datos del consumo en hospitales y centros sociosanitarios o la consolidación del Sistema Nacional de Vigilancia de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS).
Con respecto al control de la resistencia de estos tratamientos, el Plan apuesta por la creación de la figura del coordinador científico-técnico de los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA), la elaboración de guías de terapéutica antimicrobiana nacionales en el ámbito hospitalario y de Atención Primaria, el fomento del uso de la prescripción diferida de antibióticos o revisar los envases actuales y adecuarlos a las recomendaciones actuales.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas impulsarán una estrategia común en investigación de la resistencia
En materia de prevención sobre la necesidad de su uso, se incidirá sobre la divulgación de las recomendaciones y programas para reducir el riesgo de infección y transmisión de microorganismos resistentes o incrementar el uso racional de pruebas de diagnóstico microbiológico. Además, de impulsará una estrategia común en investigación de la resistencia.
Atendiendo a la formación, Sanidad y las comunidades autónomas promoverán acciones en los distintos niveles educativos (Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Universidad). Desde el punto de vista de la comunicación y sensibilización, apuestan por campañas específicas según el grupo de población así como la propuesta de desarrollar una encuesta nacional sobre el uso de los antibióticos en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE).
MEDIDAS MÁS LLAMATIVAS
En los últimos meses, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha algunas de estas medidas, algunas de las cuáles han destacado por su originalidad. Es el caso de la campaña lanzada bajo el lema “Los antibióticos NO valen para todo”, la cual se centra en concienciar sobre lo que puede ocurrir si se emplea un objeto equivocado para desarrollar una tarea específica, criticando así el autoconsumo.
Un kit de debate para colegios e institutos o la creación de un Diploma de Experto PROA, entre las iniciativas recientes más novedosas puestas en marcha
Hace apenas un mes y medio, se lanzó un kit de debate sobre la resistencia a los antibióticos, dirigido a estudiantes de colegios e institutos, de entre 11 y 18 años de edad. A través de un juego de cartas con personajes que están involucrados en el problema de la resistencia, el fin es debatir sobre la utilidad del sistema de prescripción diferida.
La última acción anunciada ha sido la del impulso de la formación sobre este asunto a través de la creación del Diploma de Experto PROA, desarrollado en colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). La previsión es que en los próximos cuatro años se adjudiquen hasta 188 plazas anuales para este curso, que está dirigido a profesionales sanitarios en el marco de los PROA del ámbito hospitalario.