La salida de Carolina Darias como ministra de Sanidad deja a su sucesor, José Manuel Miñones con diversos retos y demandas a realizar, también pedidas por parte de las diferentes Consejerías de Sanidad. Y ello a pesar de que el nuevo ministro,a partir de ahora, sólo tendrá un margen de, máximo, nueve meses, para cumplir con todos los desafíos pendientes en esta legislatura. Y es que a finales de año, en España se celebrarán elecciones generales y, dependiendo del resultado, podríamos tener un nuevo ministro o ministra de Sanidad tras los comicios.
Una de las asignaturas pendientes para el Ministerio de Sanidad es el déficit de profesionales en general, y la falta de especialistas de medicina de familia y comunitaria, en particular. Varios consejeros de Sanidad del PP ya han ido advirtiendo que esta escasez se agravaría en los próximos años por las inminentes jubilaciones de profesionales veteranos que se esperan para entonces. Es por eso que pidieron una mayor incorporación de médicos de familia en formación para la siguiente convocatoria MIR.
Ante esto, el Gobierno defendió que había subido un 36% el número de plazas MIR para medicina de familia en los últimos cuatro años. De hecho, el ministerio explica que en la última convocatoria quedaron hasta 93 plazas sin ocupar. Otra propuesta que recibió el Ejecutivo en cuanto a esta materia fue incentivar que los profesionales jubilados que lo desearan, pudiesen permanecer, al menos parcialmente, en activo. También se planteó desarrollar herramientas para fidelizar a los médicos de familia en sus puestos, o promover el retorno de médicos que hayan desarrollado su carrera fuera de España.
Una petición, esta última, ya respondida por el Gobierno, quien ha anunciado recientemente la jubilación activa mejorada para los médicos de Atención Primaria, en forma de proyecto piloto con una duración de tres años.
TRATAMIENTOS PARA ENFERMEDADES RARAS
Otro de los retos pendientes es reducir el tiempo de espera para que pacientes con alguna enfermedad rara puedan acceder al tratamiento ya autorizado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Según el último informe anual publicado por la Asociación Española de Laboratorios de Medicamentos Huérfanos y Ultrahuérfanos (Aelmhu), esos pacientes tuvieron que esperar de media para recibir sus medicamentos unos dos años y 10 meses.
En 2022 a España llegó el 84% de los tratamientos autorizados en la UE, pero sólo siendo financiado el 43%. Cabe destacar que por delante de nuestro país se encuentran Alemania, con un 100% de disponibilidad, Italia con un 75%, Francia con un 72% o Inglaterra con un 61%. Todo según datos de 2020 de la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia), recogidas por Farmaindustria. Además, los 34 meses de espera para recibir un tratamiento (dos años y 10 meses), período ya nombrado en este texto, es el mayor tiempo de media entre el código nacional y la incorporación al SNS de los últimos cuatro años. Y es que en 2019 la espera era de 14 meses, en 2020 eran 33 y en 2021, 24.
Si hablamos de medicamentos contra el cáncer ocurre una situación parecida. En España apenas se han financiado el 53% de los medicamentos innovadores frente a esta patología (85 de 160), algo que dista mucho de la realidad de países como Alemania (92%) o Dinamarca (81%). El informe Indicadores de acceso a terapias innovadoras en Europa (W.A.I.T. Indicator), elaborado por la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia) subraya que el tiempo medio que transcurre desde que un nuevo medicamento es aprobado por las autoridades europeas hasta que está disponible para su uso en España se situó en 517 días a finales de 2021.
OTRAS DEMANDAS PENDIENTES DE CUMPLIR
En cuanto a la puesta en marcha de un Comité de Evaluación del SNS debido a la irrupción de la pandemia, de momento lo único que se ha dado a conocer son sus expertos hace casi un año. Otro de los puntos que igualmente se esperan es la legalización del cannabis para uso medicinal. Cabe recordar que el Congreso ya rechazó hace poco su aprobación para uso recreativo.
Igualmente, y a pesar de que el Ministerio de Sanidad se comprometió a trabajar en los espacios sin humo, todavía no se ha establecido un nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo. En el mismo estado está la ley de prevención del consumo de alcohol en menores.
Además, tras haberse anunciado que se harán fijos a 67.300 profesionales, no se ha definido cómo se llevarán a cabo los procesos de estabilidad en la profesión sanitaria. Aparte de todo esto, se debe tramitar en el Congreso la Ley de Equidad, una norma que ha enfrentado al Ministerio con Unidas Podemos, su socio de Gobierno.
Cabe resaltar también los incentivos para los profesionales del turno de tarde o la convalidación de títulos de médicos extracomunitarios. Muchos Gobiernos autonómicos piden igualmente la plena activación del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios.
Con todo, y a no muchos meses de las elecciones generales, a José Manuel Miñones, le quedan diversos retos que tendrá que llevar a cabo en un corto período de tiempo antes de finalizar la actual legislatura.