De la prevención a la rehabilitación: la hoja de ruta de Sanidad contra el ictus en su plan renovado

La prevención puede ser nuestra mejor arma contra esta afección, motivo por el que el Ministerio de Sanidad ha actualizado la estrategia

AECAP revindica al Ministerio de Sanidad las altas cifras de casos (Fuente: AECAP)
29 octubre 2024 | 15:15 h
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El ictus afecta a unas 120.000 personas cada año en España, de las que llegan a fallecer 25.000. No obstante, la prevención puede ser nuestra mejor arma contra esta afección, por lo que el Ministerio de Sanidad ha actualizado la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Con esta actualización se busca "mejorar la atención integral de esta enfermedad, desde la prevención hasta la rehabilitación", han explicado. Esta nueva versión, que actualiza la estrategia de 2009, incorpora las últimas evidencias científicas y el Plan de Acción Europeo de Ictus 2018-2030.

"Se estima que una de cada seis personas en el mundo sufrirá un ictus a lo largo de su vida", alertan desde el ministerio. Además, en Europa, el ictus se posiciona como la primera causa de discapacidad y una de las principales causas de muerte. Aunque tradicionalmente se asocia a edades avanzadas, el ictus puede ocurrir a cualquier edad. De hecho, se ha observado un incremento del 25% en su incidencia en personas de entre 20 y 64 años, si bien sigue siendo más frecuente a partir de los 65 años.

"Se estima que una de cada seis personas en el mundo sufrirá un ictus a lo largo de su vida"

Así, esta actualización "es una respuesta al aumento de casos de ictus, especialmente entre personas jóvenes, y a la creciente necesidad de una atención coordinada y basada en la evidencia científica para reducir su impacto en la salud pública".

Desde la publicación inicial de la Estrategia en 2009, el esfuerzo conjunto de profesionales de la salud, asociaciones de pacientes y comunidades autónomas ha logrado resultados significativos, incluyendo una notable reducción de la mortalidad por ictus y una mejora en la autonomía de los pacientes. Sin embargo, el Plan Europeo de Acción para el Ictus 2018-2030 advierte de que el número de casos sigue creciendo en Europa, haciendo urgente intensificar las medidas de prevención y tratamiento.

La actualización de 2024 introduce seis líneas estratégicas prioritarias: la promoción de la salud y prevención primaria: centrada en fomentar estilos de vida saludables para prevenir hasta un 80-90% de los casos; la prevención secundaria dirigida a evitar la recurrencia en personas que ya han sufrido un ictus; la fase hiperaguda para una organización asistencial, diagnóstico y tratamiento rápido y eficaz; las unidades de ictus, con tratamiento prioritario en unidades especializadas para mejorar la recuperación y reducir la mortalidad; la neurorrehabilitación y vida después del ictus, con apoyo integral en la recuperación funcional y calidad de vida de los pacientes; y la investigación y formación, con promoción de estudios y capacitaciones que impulsen la mejora continua en el tratamiento del ictus.

La actualización de 2024 introduce seis líneas estratégicas prioritarias

La Estrategia es una herramientaparticipativa y de consenso entre todas las partes que están comprometidas con los objetivos plasmados en cada línea estratégica. Formando parte del Comité Técnico, han participado los profesionales sanitarios representados por diversas sociedades científicas y asociaciones de pacientes relacionadas con el ictus. El Comité Institucional, integrado por los referentes de las comunidades autónomas e INGESA, ha asumido la responsabilidad de trabajar en la implementación en cada territorio. Además, en el Comité Institucional se encuentran representados el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) del IMSERSO y distintas áreas del Ministerio de Sanidad. Asimismo, la Estrategia se sustenta en una coordinación científica, liderada por expertos en el tema.

Entre los objetivos clave para 2030, en consonancia con el Plan Europeo de Acción, se incluye reducir los casos de ictus en un 10% en Europa, tratar al 90% de los pacientes en Unidades de Ictus y garantizar una continuidad en la atención que permita desde la prevención hasta el soporte en la vida posterior al ictus. “El ictus es prevenible y tratable,” afirman los coordinadores de la Estrategia, “y la nueva actualización es un paso fundamental para ofrecer una atención integral y basada en la evidencia en todo el territorio.”

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