Patricia Lacruz continuará al frente de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, integrada en la estructura administrativa del Ministerio de Sanidad. Así lo han confirmado fuentes internas del propio departamento ministerial a ConSalud.es.
Lacruz, que llegó al cargo de la mano de Carmen Montón en el verano de 2018, continuó en sus funciones acompañando a la ya exministra María Luisa Carcedo. Ahora tendrá que trabajar codo con codo con el nuevo titular de la institución, Salvador Illa, quien también mantiene su cargo como secretario de Organización y Acción Electoral del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC).
Lacruz, que llegó al cargo de la mano de Carmen Montón en el verano de 2018, continuó en sus funciones acompañando a la ya exministra María Luisa Carcedo
A lo largo de la última legislatura, la gestión de Patricia Lacruz no ha estado exenta de polémica. Buena prueba de ello es que su departamento ha iniciado el procedimiento relativo a la exclusión de la financiación de los SYSADOA, tal y como adelantó en exclusiva ConSalud.es el pasado 25 de octubre.
Los fármacos de acción sintomática lenta (SYSADOA, por sus siglas en inglés SYmptomatic Slow Acting Drug for OsteoArthritis) son un grupo terapéutico de medicamentos concebidos para el tratamiento de la artrosis, una patología considerada como la enfermedad reumatológica más frecuente en España.
Pese a que estos fármacos están ampliamente avalados, tanto por la literatura científica como por las sociedades médicas nacionales e internacionales, la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia avanza hacia la desfinanciación, una situación en la que un millón de personas se verían afectadas en nuestro país, empujando a los pacientes a un vacío sin alternativa terapéutica.
El propósito del Gobierno, que no ha desmentido esta hipótesis, podría ser la obtención de capital para la financiación de otros tratamientos que se han aprobado a partir del 2020, como vareniclina y bupropion
El propósito del Gobierno, que no ha desmentido esta hipótesis, podría ser la obtención de capital para la financiación de otros tratamientos que se han aprobado a partir del 2020, como vareniclina y bupropion. En el caso del primero, comercializado con el nombre de Champix, se incurriría en una incongruencia ya que existe bibliografía científica que afirma que el éxito de este medicamento no supera el 3% en muchos casos.
Asimismo, otra de las decisiones de la institución que ha suscitado malestar ha sido el 'Plan de acción para fomentar la utilización de los medicamentos reguladores del mercado en el SNS: medicamentos genéricos y biosimilares'. A juicio de Farmaindustria, el documento parte de "premisas cuestionables" y propone medidas que, "sin aportar ventajas al paciente ni a la calidad del sistema sanitario, podrían generar desequilibrios entre compañías, saliendo perjudicadas las industrias que comercializan medicamentos originales".