La Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, integrada en la estructura administrativa del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha iniciado el procedimiento relativo a la exclusión de la financiación de los medicamentos que contienen el principio activo condroitina sulfato sodio.
Este principio activo se integra entre los fármacos de acción sintomática lenta (SYSADOA, por sus siglas en inglés SYmptomatic Slow Acting Drug for OsteoArthritis), un grupo terapéutico de medicamentos concebidos para el tratamiento de la artrosis, patología considerada como la enfermedad reumatológica más frecuente en España y que afecta, especialmente, a mujeres y jubiladas.
El argumento que busca parapetar la decisión del Ministerio de Sanidad no es cierto, ya que la propia Ley del medicamento explica que no se puede publicitar ningún medicamento que necesite receta
ConSalud.es ha tenido acceso a unos documentos que prueban la información publicada en exclusiva por este medio el pasado 25 de octubre. El propósito del Gobierno, que no ha desmentido esta hipótesis, podría ser la obtención de capital para la financiación de otros tratamientos que se han aprobado en las últimas fechas, como vareniclina y bupropion.
El departamento que dirige Patricia Lacruz escuda su medida en base a la aplicación del artículo 93.2 c) del Texto Refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, donde se expone que "la motivación de la exclusión responde a la consideración del medicamento como susceptible de publicitarse, directamente al público, en la Unión Europea".
El argumento que busca parapetar la decisión del Ministerio de Sanidad no es cierto, ya que la propia Ley del medicamento explica que no se puede publicitar ningún medicamento que necesite receta, tanto en los casos que esté financiado como en los que no.
Un millón de personas se verán afectadas en España y no tendrán otra alternativa terapéutica que ofrezca seguridad y eficacia avalada por una extensa literatura científica
Con esta desfinanciación, de motivos exclusivamente económicos, un millón de personas se verán afectadas en España y no tendrán otra alternativa terapéutica que ofrezca seguridad y eficacia avalada por una extensa literatura científica.
De producirse esta desfinanciación, se abre una puerta muy peligrosa para que se retire en el futuro la financiación de otros medicamentos bajo el mismo argumento, lo que pondría en peligro el acceso a los medicamentos por parte de un alto número de pacientes.