"El principio de precaución hace que sea una obligación comportarnos de manera estricta, ambiciosa y valiente en términos regulatorios". Así lo ha resaltado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, durante la jornada “Protegiendo a los más jóvenes”, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco.
Padilla ha remarcado que, a partir del tabaquismo, podríamos hablar de casi cualquier iniciativa que se produzca en el ámbito de las políticas de salud pública, pues "podemos hablar de la importancia de la agricultura, de la reconversión de los cultivos, del impacto medioambiental, o de cómo hacer que la agricultura no tenga un efecto nocivo sobre nuestra salud".
De igual manera, "a partir del tabaquismo podemos hablar también del efecto pernicioso que pueden tener algunos de sus productos en términos de impacto ambiental, como por ejemplo, los vapeadores desechables, o de cómo son las cadenas globales en términos de importación, exportación o contrabando".
"Si se tiene una adicción no se es libre"
Igualmente, con la percha del tabaquismo, "podemos hablar también de las desigualdades sociales y de cómo este hábito no impacta de igual manera en las personas, dependiendo del nivel educativo, de la renta o de la situación de empleo", ha añadido.
Por otro lado, Padilla también ha puesto sobre la mesa la idea de asociar la libertad con el tabaquismo, ya que habitualmente se entiende como la libertad para consumir estos productos. Sin embargo, "se suele obviar el concepto de capacidad de elección", teniendo en cuenta que "si se tiene una adicción no se es libre". Por ello, prevenir el tabaquismo o facilitar la liberación de esa adicción, "son políticas que promueven la libertad y la capacidad de decisión de nuestra población".
Asimismo, y a la hora de dar con iniciativas que acaben con el tabaquismo, Padilla ha recalcado que la industria del tabaco no es uno de los agentes con los que se deba contar para solucionar esta situación en concreto, dado que "la misma industria que ha generado un problema no va a ser la que va a ayudar a resolverlo".
"El empaquetado genérico o como las advertencias en el ámbito del etiquetado son fundamentales para reducir el consumo de tabaco"
En su lugar, y aunque se crea que la población en general ya tiene una percepción de riesgo con el tabaco, lo que se necesita, ha subrayado el secretario de Estado, "son medidas como el empaquetado genérico o como las advertencias en el ámbito del etiquetado son fundamentales para reducir el consumo de tabaco".
Igualmente, "necesitamos facilitar la salida de este hábito en aquellas personas que ya fuman, liberar los espacios de humo y hacer que la exposición ambiental sea menor". Por otra parte, "también necesitamos equiparar la regulación de las nuevas formas de tabaco a la regulación de lo ya existente, porque es evidente que hay una sustitución comercial y porque es la puerta de entrada al tabaco". Y es que, nuevos tipos de consumo como los vapeadores ya han comenzado a ser un producto más "sexy" que el tabaco.
En definitiva, "el principio de precaución hace que sea una obligación comportarnos de manera estricta, ambiciosa y valiente en términos regulatorios con este tipo de productos", ha concluido el secretado de Estado de Sanidad, Javier Padilla.