Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, ha defendido recuperar la Ley de Equidad “para asegurar que cualquier persona que resida en el país tenga acceso al sistema sanitario”: “Es decir, para garantizar la universalidad”. Lo ha hecho como miembro de una de las mesas de debate del 23 Congreso Nacional Farmacéutico, titulada ‘Determinantes sociales de salud’.
“También vamos a poner en marcha, en los próximos meses, la Red de Vigilancia de Salud Pública. Hemos avanzado con enfermedades infecciosas y no transmisibles, pero tenemos que dar un paso más allá”, apunta. Con todo ello, explica Padilla, el Gobierno va a buscar una mayor igualdad en el acceso a la sanidad -“en todas las políticas”- por parte de la población de España. Incluida, como no, la política farmacéutica, cuyo modelo ya es per sé, en nuestro país, “sinónimo de equidad”.
"No puede ser que la integración de farmacia y Atención Primaria dependa de la voluntad de los particulares, tiene que estar sistematizado”.
“Lo primero que debe hacer la farmacia es no agrandar la brecha, es decir, no ser agentes promotores de la desigualdad”, señala el secretario de Estado de Sanidad, quien también aporta, como claves para alcanzar el objetivo por parte de este sector sanitario, “ser conscientes de que en las farmacias conviven elementos asistenciales y comerciales, y que deben ser los asistenciales los que dominen”; y fomentar su relación con Atención Primaria: “La Atención Primaria que tengamos en diez años va a depender de las competencias profesionales que establezcamos actualmente. No puede ser que esto dependa de la voluntad de los particulares, tiene que estar sistematizado”.
Durante la citada mesa de debate, que ha tenido lugar en el ecuador del Congreso organizado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), se presentó un informe que señala cómo la desigualdad es uno de los muchos factores externos que ejercen como determinantes sociales de la salud. Así, informó una de sus autoras, Claudia García-Vaz, miembro del Instituto de Salud Global de Barcelona, la mala salud mental tiene más prevalencia en mujeres que en hombres (23,4% frente al 15,8%), especialmente entre las de clase social baja.
“Si los principales factores de salud son sociales, así lo tienen que ser también las soluciones”
También están unidas violencia de género ydiscapacidad, ya que estas mujeres tienen mayor riesgo de sufrirla. “Si los principales factores de salud son sociales, así lo tienen que ser también las soluciones”, indica Padilla, quien reconoce que, en el ámbito sanitario, todavía no se ha conseguido reducir la brecha. “La clave para evitar esa inequidad es la universalidad del sistema sanitario”, le apoya Killian Sánchez Sanjuan, portavoz del grupo socialista en la Comisión de Sanidad del Senado y participante también de la mesa de debate. “No se puede hablar desociedad sana si hay personas excluidas de él”, añade Natalia Peiro Pérez, Secretaria General de Cáritas Española.
Y es que, reconoce Peiro Pérez, hay desigualdades inevitables, “pero otras, como las que provocan que más del 30% de la población que necesita alguna necesidad sanitaria no pueda pagarla, que sí se pueden revertir”. “Cuidar, comprar medicamentos… el desafío contra la exclusión social es integral, y desde nuestro ámbito en Cáritas el reto es muy parecido al de los farmacéuticos”, asegura la Secretaria General de la organización benéfica.
EL PAPEL DE LA FARMACIA, CLAVE PARA ALCANZAR UNA JUSTICIA SANITARIA
“España tiene más de 22.000 farmacias comunitarias y cerca de 60.000 farmacéuticos para combatir estas desigualdades”. En esta misma línea, Lars-ake Soderlund, vicepresidente de la Federación Farmacéutica Internacional, cita la “falta de comprensión cultural” en la sanidad como otro factor que contribuye a la desigualdad. “Por eso, es crucial el papel de la farmacia para promover esta inclusión cultural y adaptarse a las necesidades específicas de comunidades y personas”, afirma.
"Es crucial el papel de la farmacia para promover esta inclusión cultural y adaptarse a las necesidades específicas de comunidades y personas"
Un ejemplo de ese papel que, como mencionaba Javier Padilla, deben cobrar “todas las políticas” para garantizar la universalidad del sistema sanitario, es el de las vacunas. “Hay un estudio norteamericano que dice que, antes de las campañas de vacunación, la inequidad entre las personas de renta baja es cuatro veces mayor. Pero después de la campaña, se iguala. Para ello, lógicamente, hay que conseguir que todo el mundo tenga acceso a las vacunas. No es solo universalidad, es equidad en el acceso”, aporta Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología.
“Para alcanzar la universalidad, también hay que mejorar la financiación autonómica. Trabajaremos para que la Agencia Estatal de Salud Pública sea lo más eficaz posible”, comenta Killian Sánchez, quien trabaja sobre todo en la isla de La Palma y recuerda la importancia que cobró en ese momento la farmacia cuando el volcán se puso en erupción. “Mucha gente tuvo que salir con lo puesto, dejando incluso objetos ortoprotésicos. La colaboración entre farmacia comunitaria y el Sistema Canario de Salud fue fundamental”, sentencia. “Otros convenios, como el que ha establecido el CGOCF con el IMSERSO para combatir la soledad no deseada, son muy importantes", sentencia.