La situación de inestabilidad política en Cataluña, ser la única ministra catalana del Ejecutivo central y sus esfuerzos por la candidatura de Barcelona a la EMA convirtieron a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, en protagonista de la actualidad catalana, en detrimento de su gestión sanitaria. Según señalaba para ConSalud.es, el secretario general del sindicato CESM, Francisco Miralles, sobre la gestión de Montserrat, “la ministra ha estado ausente” y no “ha abordado con responsabilidad” los problemas de índole sanitario.
Tras estos meses de “ausencia” y después del 21-D, la ministra de Sanidad comienza a poner el punto de mira en la Sanidad. Aunque todavía está por definir la convocatoria del próximo Consejo Interterritorial, que ella anunció que sería en enero, su discurso y actividad diaria vuelve a tener como protagonista el sector sanitario, quedando aparcado el tema catalán.
Aunque todavía está por definir la convocatoria del próximo Consejo Interterritorial, que ella anunció que sería en enero, su discurso y actividad diaria vuelve a tener como protagonista el sector sanitario
Así, esta semana, durante la inauguración del Hospital Materno-Infantil de la Arrixaca en Murcia, Montserrat adelantaba que la sanidad será “clave” en la futura financiación autonómica, y días antes mostraba su apuesta por mejorar la cartera del sistema sanitario español. En este sentido, el Ministerio de Sanidad planteaba incorporar nuevas prestaciones como incluir el cribado población de cáncer de cérvix para las mujeres entre 25 a 65 años y actualizar el catálogo común de prótesis externas, con el fin de incorporar nuevos productos. A su vez, el equipo de Montserrat proponía facilitar un lector ocular a pacientes con trastornos neuromotores graves con afectación severa de los miembros superiores e imposibilidad de comunicación oral o escrita, y clarificar que la micropigmentación de la areola mamaria y del pezón forma parte de la reconstrucción para mujeres mastectomizadas.
CUESTIONES PENDIENTES
Pese a esta vuelta a la Sanidad, a la ministra de Sanidad todavía le quedan varios frentes abiertos. Mientras esta semana sorprendía publicando en redes sociales los logros de su gestión al mando del Ministerio, todavía hay importantes temas sin resolver. Es el caso de la prescripción enfermera o del baremo de daños sanitarios, que no estarán definitivamente aprobados hasta bien avanzado el 2018, según las previsiones del propio Ministerio de Sanidad.
Además, los profesionales sanitarios siguen a la espera de la subida salarial “prometida” por Montoro y a que se resuelva el tema de la financiación autonómica en relación a la sanidad, que repercute en aspectos como la carrera profesional.
A su vez, la “falta de organización” que denunciaba CESM y otros sindicatos sobre la gran OPE nacional es otro de los temas pendientes, junto a la puesta en marcha del registro de profesionales, necesario para conocer realmente el número de sanitarios en España y su distribución. Esta última, cuestión imprescindible para poder gestionar los actuales problemas de distribución de profesionales, principalmente en zonas rurales, y de falta de determinados especialistas.