"Los problemas de salud mental son ya una epidemia con origen en los determinantes sociales de la salud", ha recalcado la ministra de Sanidad, Mónica García, que ha presentado este miércoles el nuevo Comisionado de Salud Mental, capitaneado por Belén González.
"A grandes males, grandes remedios", ha recalcado la ministra, pues "hoy en día los problemas de salud mental son ya una epidemia con origen en los determinantes sociales de la salud, es decir, fuera de las competencias de este ministerio". Por ello, "necesitamos una mirada mucho más amplia y poder llamar a la puerta de otros ministerios". En este sentido, ha recalcado la importancia de introducir la salud mental en todas las políticas y usar este comisionado para transitar entre los ministerios.
Así "nace el comisionado", una "herramienta" que García ha calificado de flexible y ambiciosa para acometer esta tarea. "La salud mental es trascendental y en los últimos años ha habido un gran cambio, aunque todavía queda mucho por hacer".
"Si no tienes los parámetros básicos de bienestar social, la respuesta no es una pastilla"
Igualmente, ha recordado el problema de la patologización y la medicalización de las personas con problemas de salud mental. No obstante, "si no tienes los parámetros básicos de bienestar social, la respuesta no es una pastilla". Por ello, "desde este ministerio queremos tener esa mirada".
En palabras de González, la razón por la que se crea este departamento es la situación actual de necesidad de la población. "Malestamos en la sociedad", ha recalcado, "tenemos una sensación de agotamiento y de que no podemos más", y es necesario abordar esta situación y comprender por qué está ocurriendo esto y de qué se trata, pues hay una diferencia entre "tener una enfermedad y tener un problema". "Estamos llamando enfermedad a los problemas sociales" y tienen que ser atendidos desde otros prismas.
"Tenemos que concretar esta situación en medidas políticas y tenemos una pretensión de salud pública" para resolver estos problemas con medidas transversales que requieren a todos ministerios. Además, ha hecho hincapié en la necesidad de las personas más vulnerables de reclamar su salud mental. "Las personas que están pensando en que no las despidan, que están en los márgenes con situaciones sociales malas, no tienen tiempo de pararse a pensar" en la salud mental. Por ello, estos serían los principios del comisionado, los determinantes sociales.
"Estamos llamando enfermedad a los problemas sociales"
En cuanto a sus líneas prioritarias al frente del comisionado, González ha subrayado que el SNS respetará los derechos humanos, que se quiere también "desinstitucionalizar" la salud mental, que pondrá a los jóvenes en el centro, y que se abordará el suicidio junto al Ministerio de Justicia. También "vamos estar en contacto con Derechos Sociales y Atención Primaria", además de con el Ministerio de Trabajo. Con este último departamento se va a llevar a cabo un estudio epidemiológico sobre las consecuencias del trabajo en la salud mental.
Por su parte, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha destacado que, en los últimos años, la salud ha cobrado una gran importancia en nuestro país. No obstante, esto también ha hecho que "nos hagamos más preguntas" al respecto. De ahí la importancia del nuevo departamento.
Igualmente, Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud. ha recalcado que "todavía falta empatía por parte de las personas de más edad con los problemas de los más jóvenes, que siempre tienen problemas de segunda".
"Falta mucha comprensión sobre la salud mental de los jóvenes"
En este sentido, "falta mucha comprensión" sobre la salud mental de los jóvenes "quienes vamos un pasito por detrás del resto de la sociedad". Según su punto de vista, de debería abordar "el problema de la emancipación de los jóvenes, el paro, el enfoque académico y la pobreza", para "abordar también sus problemas de salud mental.
Silvia García, formadora y asesora en salud mental, ha ofrecido una mirada de la salud mental desde el SNS. "Las personas tienen miedo del abordaje de la salud mental". En este sentido, "se debe apostar por un paradigma de cuidados con los derechos humanos en el centro", más que por una visión de contención. "El problema está en que los servicios se vertebran desde el estigma", y los profesionales de salud mental "son los que más estigma presentan".
"Se nos infantiliza, se nos aplican tratamientos involuntarios, y perdemos nuestros derechos civiles" cuando acudimos a un hospital por problemas de salud mental. "Cero contenciones", ha pedido a la ministra, "es una vulneración de derechos y nunca será terapéutica. En su lugar, "debemos crear espacios de cuidado y de acompañamiento, no tenemos que tener miedo cuando vamos al hospital". La formadora ha propuesto además "dejar de medicalizar el sufrimiento por sistema" y fomentar el consentimiento informado.