Este martes se cumplen dos semanas del nombramiento de María Luisa Carcedo como ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, tras la dimisión de Carmen Montón por las supuestas irregularidades en el Máster en Estudios Interdisciplinares de Género que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Con su nombramiento, esta licenciada en Medicina recoge las demandas del colectivo médico que quedaron en el aire tras los tres meses de Montón como titular de Sanidad.
En primer lugar, todos los sectores urgen un encuentro con Carcedo para trasladarle sus peticiones, tal y como mostraron las sucesivas misivas que llegaron horas después de conocer que sería la sustituta de Montón. En este sentido, los sindicatos (CC.OO, CSIF, UGT, CESM y Satse) han hecho especial mención en este asunto dado que su predecesora sí se reunió con otros agentes como el Foro de la Profesión pero no con los representantes sindicales de los sanitarios. “Que no llegase a sentarse con nosotros supuso un desprecio para los profesionales”, declaraba hace dos semana a ConSalud.es Antonio Cabrera, secretario general de Sanidad en CC.OO.
Este miércoles Carcedo asistirá como ministra a su primera Comisión de Sanidad en el Congreso
En este sentido, Carcedo tendrá que retomar el diálogo social con los sindicatos quienes exigen la convocatoria del Ámbito de la Negociación para abordar las ofertas de empleo público (OPE) para la estabilización del empleo, la reversión de los recortes salariales de 2010, la inversión en sanidad y las agresiones a sanitarios. En este último punto, la nueva ministra tendrá que hacer frente a los últimos datos de la Organización Médico Colegial (OMC) los cuales revelan un incremento de los incidentes. Al respecto, los facultativos piden más inversión, sobre todo en Atención Primaria, donde el número de agresiones es mayor en comparación al entorno hospitalario.
Otros datos de la OMC que están sobre la mesa son las jubilaciones de médicos: se espera que cerca de 70.000 facultativos cesen su actividad laboral en los próximos diez años. La tasa de reposición deficiente en algunas especialidades, los puestos de difícil cobertura y la distribución desigual de los sanitarios son problemas crónicos ante los que el colectivo reclama “medidas urgentes” a la nueva ministra.
En este sentido, la activación del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS) y la gestión del mismo queda en manos de Carcedo. Según anunció la propia Montón durante la Comisión de Sanidad celebrada en julio, “estará operativo en el primer trimestre de 2019” aunque aún no se ha confirmado una fecha concreta.
FORMACIÓN MIR
La formación sanitaria especializada constituye otro bloque de asuntos sin resolver para Carcedo. En materia MIR, la creación de las especialidades de Urgencias e Infecciosas será sin duda un punto de conflicto: cuenta con el apoyo político pero con el rechazo de las sociedades científicas de Familia, Medicina Interna, Intensiva y Cardiología.
Asimismo, el proyecto de la troncalidad podría ver la luz antes de final de año ya que, según fuentes consultadas por ConSalud.es, el texto podría publicarse en el Boletín Oficial del Estado en 2018 dado que solo requiere el visto bueno de la Comisión Interterritorial de Recursos Humanos.
En cualquier caso, el próximo miércoles Carcedo asistirá a la que será su primera Comisión de Sanidad en el Congreso como ministra. Por tanto, es posible que la titular de Sanidad de respuesta a algunas de estas cuestiones así como se espera que a partir de octubre inicie las reuniones con los distintos sectores.