Illa, sobre la Ley de Eutanasia: "Esperemos que esta vez sea la definitiva"

El ministro de Sanidad ha inaugurado el acto ‘Eutanasia, una ley inaplazable. Alzheimer y demencias, una realidad insoslayable’, organizado por distintas entidades en el Congreso

El ministro de Sanidad, Salvador Illa (Foto: Congreso de los Diputados)
20 febrero 2020 | 18:55 h

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido esta tarde que el debate sobre la eutanasia “es absolutamente necesario y oportuno” y se ha mostrado confiado en que se culmine el trámite parlamentario de la proposición de ley que el Congreso aprobó tomar en consideración el pasado 11 de febrero. “Esperamos que esta vez sea la definitiva, la que nos lleve a la aprobación de una Ley de Eutanasia que dé respuesta a las necesidades y demandas de la sociedad”, ha asegurado.

Illa ha realizado estas declaraciones durante la inauguración en el Congreso del acto ‘Eutanasia, una ley inaplazable. Alzheimer y demencias, una realidad insoslayable’, organizado por Derecho a Morir Dignamente, La Fundació Pasqual Maragall, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Barcelona, la Confederación Española de Alzheimer, la Fundación Provea y el Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona.

“No podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento insoportable que padecen algunas personas”, ha asegurado Illa, que ha recordado que la regulación de la eutanasia cuenta con “un amplio apoyo social”. Según ha apuntado, otros países ya han afrontado el debate de la eutanasia y “es hora de que España, como la democracia consolidada que es y como sociedad suficientemente madura, afronte esta cuestión y garantice el derecho a morir dignamente”.

Illa: “No podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento insoportable que padecen algunas personas”

El ministro ha insistido en que la regulación de la eutanasia no obliga a nadie. Pero tampoco contempla “que nadie imponga a otro su moral o ideología ante la libertad de cada uno de elegir ante el duro trance de una enfermedad irreversible, el sufrimiento y la degradación que provocan”.

Respecto al alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas, Illa ha reconocido “la gran discapacidad física, intelectual y social” que generan. Conllevan así mismo un importante padecimiento individual y social de la persona afectada y sus familias, ha reconocido. En este sentido, ha destacado el esfuerzo del Ministerio de Sanidad con acciones como el Plan Nacional de Alzheimer, que se aprobó en octubre de 2018, “un ejemplo de la necesaria coordinación entre el ámbito social y el sanitario”.

MEJORA TAMBIÉN EN CUIDADOS PALIATIVOS

La enfermedad, ha explicado, evoluciona en ocasiones muy rápidamente y desemboca en incapacitaciones. “Pero una persona incapacitada es una persona con dignidad y con derechos y es obligación de los poderes públicos garantizarlos”, ha recordado. En este sentido, el ministro ha defendido que es fundamental que la ley de eutanasia ofrezca una respuesta a las necesidades de las personas con enfermedad de Alzheimer, a través de una adecuada regulación de instrumentos como el documento de instrucciones previas.

Illa también ha defendido una mejora, en paralelo, de la aplicación de los cuidados paliativos, cuya regulación “no sustituye ni hace innecesaria” a la de la eutanasia.

El ministro de Sanidad ha defendido una mejora, en paralelo, de la aplicación de los cuidados paliativos, cuya regulación “no sustituye ni hace innecesaria” a la de la eutanasia

El ministro ha reconocido la figura de Diana Garrigosa, la recientemente fallecida esposa de Pasqual Maragall, así como a todas las personas que diariamente cuidan y acompañan a las personas con alzhéimer, a quienes ha lanzado un mensaje de “apoyo y admiración”.

Finalmente, Illa se ha mostrado convencido de que el debate parlamentario de la Proposición de Ley sobre la eutanasia, y las que puedan tramitarse sobre cuidados paliativos, con las aportaciones de la sociedad civil, permitirá alcanzar una regulación capaz de mantener el equilibrio entre los derechos y las garantías de las personas. “Estamos al inicio del camino y queda un importante trabajo por delante que esperamos nos permita ampliar los acuerdos y los consensos sobre dos materias que son inaplazables”.

DOCUMENTO DE ENTIDADES Y PROFESIONALES

El acto, celebrado en la Sala Ernest Lluch del Congreso, ha contado con las intervenciones de testimonios y de las entidades, expertos y profesionales impulsores del documento “Sobre la enfermedad de Alzheimer y otras demencias y la nueva ley de eutanasia”, donde se recogen reflexiones y propuestas de mejora.

Este consenso ha sido elaborado por AfAB (Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Barcelona), DMD-Cat (Derecho a Morir Dignamente-Catalunya), Fundación Pasqual MaragallFundación Provea (Pro Vellesa Autònoma), Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona (OBD), y la Dra. Raquel Sánchez-Valle, neuróloga y jefa del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Barcelona. Además, el texto cuenta con el apoyo de la CEAFA (Confederación Española de Alzheimer) y DMD-Federal (Asociación Derecho a Morir Dignamente).

Las entidades y profesionales firmantes acogen con satisfacción la perspectiva de aprobación en España de una ley que considere la eutanasia como un derecho individual y proceda a su regulación y despenalización en determinados supuestos

Tal y como recoge el documento, las entidades y profesionales firmantes acogen con satisfacción la perspectiva de aprobación en España de una ley que considere la eutanasia como un derecho individual y proceda a su regulación y despenalización en determinados supuestos. "Una posición que cuenta en España con un apoyo social alto, estimado entre el 77% y el 88% de la población, según se adopte una definición más o menos restrictiva, y que cuenta también con respaldo entre el colectivo sanitario", señala.

En el texto presentado se afirma que la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas con deterioro cognitivo cumplen con los criterios que establece la ley para estar incluidas: son graves, crónicas e invalidantes y llevan asociadas un sufrimiento físico o psíquico constante, sin posibilidad de curación o mejoría aceptable, y en ellas existe un pronóstico de vida limitado, en un contexto de fragilidad progresiva. En este sentido, Isabel Alonso, presidenta de DMD-Cat, apunta que “lo que determina la voluntad de morir no es solo el diagnóstico o el deterioro de la calidad de vida sino la experiencia de sufrimiento, la preocupación, angustia, temor o inseguridad por un futuro en situación de dependencia, en función de cada persona y sus valores”.

Otro aspecto que recoge el documento es la exigencia de la mejora substancial en los cuidados paliativos al final de la vida y que este hecho no debería confrontarse con la despenalización de la eutanasia. Desde las entidades se ha reivindicado el ejercicio de una buena praxis en la limitación del esfuerzo terapéutico en casos avanzados, tal y como ya recoge la normativa vigente.

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