El uso de las mascarillas para frenar la transmisión del Covid-19 tiene las semanas contadas. Al menos, en lo que a obligatoriedad se refiere y siempre y cuando la incidencia epidemiológica y la ocupación asistencial se mantengan en los niveles actuales. Una vez que ya pueden no usarse en exteriores, el próximo paso será dejar de utilizarlas en la mayoría de espacios interiores. Tan solo falta el consenso del Gobierno con la comunidad científica y las autonomías para fijar una fecha.
En el fondo, esta medida encubre una política del Gobierno en relación con las mascarillas que ha estado marcada por las idas y venidas durante los más de dos años que España está inmersa en pandemia. Desde el inicio de la crisis, ha habido una sucesión de decisiones que no siempre ha contado con el respaldo de las comunidades autónomas e incluso de los expertos. Aquí en ConSalud.es hacemos un repaso.
Pese a que el Gobierno decretó el estado de alarma en marzo, no fue hasta mayo de 2020 cuando se estableció por primera vez el uso obligatorio de las mascarillas en España
La historia empezó en marzo de 2020, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma y el confinamiento domiciliario de la población, el cual se extendió durante varios meses. Sin embargo, no fue hasta el 19 de mayo de 2020 cuando se estableció por primera vez el uso obligatorio de mascarillas en España.
Según indicaba la norma publicada en el BOE, debía usarse “en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros”.
La tardanza en decretar el uso obligatorio de las mascarillas se debió a la alta demanda mundial de este tipo de material que hubo al inicio de la crisis sanitaria. Por este motivo, desde el Ejecutivo central se lanzó el mensaje de que no eran necesarias, salvo para personas vulnerables. No fue hasta el mes de mayo cuando FernandoSimón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), calificó la medida como “muy recomendable”.
CAMBIOS EN JUNIO Y DICIEMBRE DE 2021
Tras un año y medio de pandemia, y la aparición de distintas olas epidemiológicas, el presidente del Gobierno, PedroSánchez, anunció que las mascarillas dejarían de ser obligatorias en exteriores desde el 26 de junio de 2021. Para ello, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-ley 13/2021, de 24 de junio, que modificaba anteriores normas sanitarias.
Según esta nueva normativa, como quedó recogida en el BOE, se eliminó la obligatoriedad general del uso de mascarillas en exteriores. Sin embargo, en aquellos espacios y eventos multitudinarios al aire libre en los que no se podía mantener una distancia de 1,5 metros de distancia entre personas, salvo grupos convivientes, debían seguir usándose. Además, también eran obligatorias en los medios de transporte.
En diciembre de 2021, a petición de varias CC.AA. y debido a la variante Ómicron, el Gobierno volvió a imponer la obligatoriedad en espacios exteriores; esta situación duró hasta febrero de 2022
Esta situación se mantuvo hasta diciembre de 2021. Debido al importante incremento de contagios de Covid-19 motivados por la variante Ómicron del SARS-CoV-2 y ante la inminente llegada de las fiestas de Navidad, el Gobierno anunció en el marco de la Conferencia de Presidentes que se volvería a imponer la obligatoriedad en exteriores, medida también solicitada por varias comunidades autónomas.
Mediante un Consejo de Ministros extraordinario, celebrado el 23 de diciembre de 2021, el Gobierno aprobó de nuevo el uso obligatorio en exteriores. En concreto, el Real Decreto-ley 30/2021, de 23 de diciembre, fijaba que las personas de seis años en adelante debían llevar mascarillas “en cualquier espacio al aire libre de uso público o que se encuentre abierto al público”. Mientras, quedaban exentos quienes practicaran deporte o estuviesen en espacios naturales abiertos.
CRÍTICAS POR SU TRAMITACIÓN PARLAMENTARIA
En todo momento, la ministra de Sanidad, CarolinaDarias, indicó que este cambio era “de carácter temporal” y que estaba pensado “para contribuir a la reducción de la transmisión comunitaria del virus, dada la capacidad de las mascarillas para bloquear la emisión y recepción de aerosoles”. A pesar de esta explicación, las críticas al Ejecutivo llegaron debido a la polémica, y fugaz, tramitaciónparlamentaria.
La norma aprobada en diciembre tenía que ser convalidada en el Congreso. Para ello, el PSOE incluyó en el RD otros asuntos no relacionados con la materia, como la revalorización de las pensiones con el IPC. Este hecho provocó que la mayoría de la oposición criticara al Ejecutivo al considerar que no actuaba de forma limpia. No obstante, esta estrategia le sirvió ya que el Congreso votó a favor.
Aunque llevan días manifestando que “queda menos” para ello, el nuevo giro del Gobierno invita a pensar que su retirada en interiores puede producirse en torno a la Semana Santa
Pero apenas unos días después, el Ministerio de Sanidad redirigió su actuación. Respaldado por el Consejo Interterritorial, el departamento que dirige Carolina Darias aprobó la que es la última actualización de la normativa que afecta a la obligatoriedad de las mascarillas. Con ella, estas podían dejar de usarse de nuevo en espacios exteriores como “regla general”, incluso en los patios de los colegios.
PENDIENTES DE UNA NUEVA FECHA
Tras todas estas regulaciones, se espera que en próximas semanas se produzca uno de los cambios más relevantes desde que se inició la pandemia. En el aire está conocer la fecha en la que las mascarillas dejarán de ser obligatorias en la mayoría de espacios interiores. Aunque llevan días manifestando que “queda menos” para ello, el nuevo giro del Gobierno invita a pensar que su retirada puede producirse en torno a la Semana Santa.