Una de las noticias sanitarias del año ha sido la decisión, por parte de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), de financiar por primera vez en España dos medicamentos para ayudar a dejar de fumar. A partir del 1 de enero de 2020, la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud contará con la disponibilidad de la vareniclina (Champix) y el bupropion (Zyntabac).
En cuanto a las condiciones para su subvención, en ambos casos se financiará únicamente un intento anual por paciente para dejar de fumar con este apoyo farmacológico. Además, exigirá su prescripción y dispensación a través de receta médica para pacientes con dependencia a la nicotina.
El Ministerio de Sanidad estima que podrían beneficiarse unas 83.800 personas y que el impacto presupuestario en el primer año sería de 7,9 millones de euros
Para demostrarla, quienes quieran recibir estos tratamientos deben estar incluidos en un programa de apoyo individual o grupal de deshabituación tabáquica que esté implementado en su comunidad autónoma. Al mismo tiempo, deben haber tenido una motivación expresa, constatada, con un intento de dejar de fumar en el último año o demostrar que fuman 10 cigarrillos o más al día y tengan un alto nivel de dependencia.
Con estos dos medicamentos, el Ministerio de Sanidad ha estimado que podrían beneficiarse unas 83.800 personas y que el impacto presupuestario en el primer año sería de 7,9 millones de euros. Cabe recordar que anualmente se da una media de 51.870 muertes prematuras en España que se atribuyen al consumo de tabaco.
A FALTA DE OTRAS PROPUESTAS
Esta iniciativa ha sido valorada positivamente por sociedades científicas y organismos como el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT). En declaraciones a ConSalud.es, su presidente Andrés Zamorano calificaba la medida con “hito histórico” ya que con ellos pueden multiplicarse las posibilidades de que un fumador deje de serlo en tan solo un año.
La subida del precio de los productos del tabaco, la ampliación de los espacios sin humo o el impulso del empaquetado genérico, entre las demandas del sector
No obstante, Zamorano insistía en que el Ministerio de Sanidad debe emprender otras acciones que se han comprobado efectivas en otros países. En concreto, hablaba de la equiparación al alza de la fiscalidad de los productos de tabaco y sus derivados; ampliar y hacer cumplir la legislación de los espacios sin humo; impulsar el empaquetado genérico, "como ya ocurre en muchos países europeos"; o el aumento de recursos para Atención Primaria.
Parte de estas propuestas están recogidas en las líneas de actuación que la Comisión de Salud Pública estimó en el ámbito de la prevención y control del tabaquismo para el periodo 2019-2020. Además, buena parte de estas acciones programadas por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas beben de la Declaración de Madrid de 2018, aprobada por la Conferencia Internacional del Control del Tabaquismo junto con el CNPT.
CARCEDO NO TIENE PRISA
A pesar de la insistencia del sector, no parece que María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad en funciones, tenga prisa por impulsarlas. En varias entrevistas a otros medios, confirmó el estancamiento del departamento que dirige en estos asuntos. Así, por ejemplo, aseguró que en estos momentos no estaban trabajando en aumentar los impuestos sobre el tabaco. Igualmente, manifestó que se trataría “con más calma” la posibilidad de prohibir el acto de fumar en los coches.