En los últimos meses han proliferado noticias en diferentes medios de comunicación que han denunciado la falta de control sanitario de algunas administraciones sobre la comida que se sirve en los hospitales públicos o residencias de personas mayores. En el último año, el Ministerio de Sanidad ha impulsado alguna iniciativa para vigilar la calidad nutricional. Sin embargo, aún están pendientes otras políticas estatales ya anunciadas.
A finales del pasado año, María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad en funciones, anunció que impulsaría “un protocolo o guía nacional para las contrataciones públicas de menús, cátering o vending en comedores colectivos que garanticen el equilibrio y la calidad nutricional”. Se contaría, para ello, con la colaboración de las comunidades autónomas y con las recomendaciones tanto de la Unión Europea como de la OMS.
Carcedo subrayó que "las administraciones sanitarias, los hospitales y centros de salud se conviertan en centros promotores de salud y sean ejemplares en la oferta de productos en sus instalaciones"
Sobre esta iniciativa se conoce poco. ConSalud.es se ha puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad para conocer el grado de desarrollo de estas propuestas, sus objetivos y qué criterios se están teniendo en cuenta para su elaboración. No obstante, Sanidad no ha respondido hasta el momento en el que se ha publicado esta noticia.
En su momento, Carcedo destacó que era necesario “que las administraciones sanitarias, los hospitales y centros de salud y los espacios públicos de todo tipo se conviertan en centros promotores de salud y sean ejemplares en la oferta de productos en sus instalaciones”. Igualmente, instó a que “los contratos de adjudicación a proveedores, servicios de cátering, cantinas y máquinas de vending tengan criterios de calidad nutricional además de los relacionados con la seguridad”.
ETIQUETADO DE CALIDAD NUTRICIONAL
En lo que sí ha avanzado más el Ministerio de Sanidad es en el diseño y la implantación del Etiquetado Nutricional Frontal, aplicando para ello el modelo Nutri-Score. Se trata de un código de colores que van gradualmente del verde al rojo, con cinco niveles que simulan un semáforo y se corresponde con el mayor o menor contenido de azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Según este esquema, los colores verdes representarán a los alimentos más saludables y los rojos, los que menos.
Para María Luisa Carcedo, “esta información permitirá que la ciudadanía pueda comparar con otros productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable”. En este caso, Sanidad ha tomado el sistema ya implantado en Francia hace un año y que está pendiente de introducirse en Bélgica y Portugal.