La inestabilidad política ha perjudicado especialmente al Ministerio de Sanidad en el 2018. A falta de tres meses para que acabe el año, este departamento ha sido dirigido por hasta tres ministras: Dolors Montserrat (desde noviembre de 2016 a mayo de 2018), Carmen Montón (de junio a septiembre de 2018) y María Luisa Carcedo (desde septiembre hasta la actualidad).
El año comenzó con Montserrat en el equipo ministerial que dirigía Mariano Rajoy. En los primeros meses del año, la exministra se centró más en lidiar con el desafío independentista que en dirigir el Ministerio. Convocó un extenso Consejo Interterritorial en abril y justo antes de que se celebrase el pleno monográfico sobre financiación, se consumó la moción de censura de Pedro Sánchez.
En los últimos 36 años, tan sólo ha habido un ministro sanitario que ha durado al menos los cuatro años que suele durar una legislatura: Julián García Vargas (1986-1991)
En junio llegó Carmen Montón al renombrado Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Lo primero que hizo es consensuar una norma común para restablecer el acceso universal a la asistencia sanitaria. No obstante, y a pesar de sus buenas intenciones, Montón tuvo que dimitir al darse a conocer que recibió trato de favor en el Máster sobre género que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos cuando era diputada socialista.
Tres meses después de sustituir a Montserrat, Montón dio paso a una nueva ministra: María Luisa Carcedo. La secretaria de Sanidad del PSOE ocupaba en dicho momento el puesto de Alta Comisionada para la lucha contra la pobreza infantil. Habrá que esperar a su próxima comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso para conocer cuál es su proyecto para los próximos meses y años.
MINISTERIO INESTABLE
Crecen las quejas de la oposición política y de algunos consejeros autonómicos debido a la ausencia de un proyecto de futuro para el Sistema Nacional de Salud (SNS)
La historia política de España demuestra que el Ministerio de Sanidad es de los más inestables del Gobierno. Y es que, en los últimos 36 años, tan sólo ha habido un ministro sanitario que ha durado al menos los cuatro años que suele durar una legislatura. Fue Julián García Vargas y ocupó el cargo entre 1986 y 1991. Es decir, hace 27 años que un ministro de Sanidad no dura cuatro años.
Ante esta circunstancia, crecen las quejas de la oposición política y de algunos consejeros autonómicos debido a la ausencia de un proyecto de futuro que dé garantías de sostenibilidad y de correcta prestación de servicios al Sistema Nacional de Salud (SNS).