Los fármacos de acción sintomática lenta (SYSADOA, por sus siglas en inglés SYmptomatic Slow Acting Drug for OsteoArthritis) son un grupo terapéutico de medicamentos concebidos para el tratamiento de la artrosis, una patología considerada como la enfermedad reumatológica más frecuente en España.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, dirigido por María Luisa Carcedo, baraja entre sus múltiples planes de actuación dejar de financiar estos fármacos en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS). Así lo publicó en exclusiva ConSalud.es el pasado 25 de octubre, explicando que el propósito del Gobierno podría ser la obtención de capital para la financiación de otros tratamientos que se han aprobado en las últimas fechas.
"Los estudios avalan y destacan la evidencia de los SYSADOA para combatir el dolor o mejorar la capacidad funcional, entre otros aspectos"
Con el objetivo de ahondar en esta cuestión y conocer el efecto que tendría la desfinanciación entre los pacientes, ConSalud.es ha entrevistado al farmacéutico Eloi Merencio, coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), quien defiende la "eficacia" y la "garantía" de esta familia de medicamentos.
"Los estudios avalan y destacan la evidencia de los SYSADOA para combatir el dolor o mejorar la capacidad funcional, entre otros aspectos", sostiene Merencio en declaraciones a este medio. A su juicio, la decisión más oportuna no pasa por la desfinanciación de los mismos, sino por concretar, a nivel estatal, en qué pacientes y con qué tipo de artrosis es necesaria esta cobertura económica.
EL PACIENTE, DAMNIFICADO
Al estar las competencias sanitarias transferidas a las comunidades autónomas, explica el representante de Sefac, esta decisión del departamento que dirige María Luisa Carcedo tendría un "impacto diferente". "En aquellas autonomías en las que está muy instaurado el tratamiento de los SYSADOA, los pacientes nos dicen que estos fármacos les funcionan muy bien, por lo que la desfinanciación podría ser un perjuicio para su salud articular", afirma.
"En aquellas autonomías en las que está muy instaurado el tratamiento de los SYSADOA, los pacientes nos dicen que estos fármacos les funcionan muy bien"
Una situación que derivaría en que los pacientes se vean obligados a "rascarse el bolsillo" y que tenga que ser la propia ciudadanía de nuestro país la que tenga que financiarse sus tratamientos frente a la enfermedad de la artrosis.