El proyecto de receta electrónica interoperable está activo casi al completo en el conjunto de las comunidades autónomas. Tras las últimas incorporaciones, de Baleares y Andalucía, tan sólo quedan por disponer de este servicio la Comunidad de Madrid y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, gestionadas por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Desde la Consejería de Sanidad madrileña, adelantaban que se sumarían después de verano. Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad, organismo que se encarga del Ingesa, ha confirmado a ConSalud.es que “en los próximos meses Ceuta y Melilla dispondrán de receta interoperable para los usuarios”. De esta manera, la interoperabilidad será completa antes de 2019.
Sanidad confirma que en julio se realizaron las pruebas de conectividad entre Ingesa y las distintas CC.AA. cuyas recetas electrónicas estaban acreditadas en el sistema de interoperabilidad por entonces
En el caso de las ciudades autónomas, Sanidad ha detallado a este medio que en los últimos meses “se han venido realizando distintas pruebas”. Así, tras superar las pruebas de integración y preproducción, fue en julio cuando se desarrollaron “las pruebas de conectividad planificadas por el Ministerio, entre Ingesa y cada una de las comunidades autónomas cuyas recetas electrónicas estaban acreditadas en el sistema de interoperabilidad en ese momento”.
Por otra parte, han informado que posteriormente se realizaron las pruebas de rendimiento, para lo que “fue necesario implementar algunas adaptaciones de receta electrónica del INGESA”. En este sentido, quedan por culminar las tareas para que las farmacias de estas dos ciudades puedan certificar que son emisoras y receptoras de recetas electrónicas en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS).
VENTAJAS DE LA INTEROPERABILIDAD
Este proyecto, iniciado como piloto en 2015 entre Canarias y Extremadura, permite que cualquier ciudadano español pueda dispensar sus medicamentos en cualquier farmacia del país con la simple presentación de su tarjeta electrónica sanitaria. Así, los farmacéuticos podrán proporcionarles dichos fármacos que han sido prescritos previamente en sus regiones de origen.
De esta manera, se facilita la movilización de los ciudadanos por el conjunto del territorio español al facilitarse el servicio por medios electrónicos. Con ello, ya no hará falta la presentación de la tradicional receta de papel, ni que el paciente tenga que acudir a un médico de urgencia de la región que vista para que le recete el medicamento determinado.