La crisis que está viniendo a la sanidad española podría acabar afectando al sistema de trasplantes a corto, medio y largo plazo. Así lo ha advertido la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil.
"La crisis que se está viviendo con los profesionales sanitarios ahora mismo no nos está afectando. No está afectando al programa de trasplante, pero sí que es cierto que podría llegar a afectarlo a corto, medio y largo plazo por distintos motivos", ha comentado Domínguez-Gil en una entrevista con Europa Press con motivo del Día Nacional del Trasplante, que se celebra este miércoles 29 de marzo.
En primer lugar, ha recordado que el sistema de trasplantes "no es impermeable a lo que ocurre en el sistema sanitario". "Porque, de hecho, de los tres pilares en los que pivota el éxito español, uno de ellos es precisamente el sistema sanitario", ha pormenorizado.
Para la máxima responsable de la ONT, la actividad trasplantadora "ayuda a traer y a retener talento", ya que "es una terapia sofisticada, compleja, y eso por sí mismo la ha constituido en un área de la sanidad muy atractiva para el profesional sanitario".
Sin embargo, reconoce que, "a día de hoy y cada vez más", el trasplante "se va transformando en una actividad rutinaria". "Un trasplante renal o hepático, por muy complicado que sea, ya ha pasado a ser una actividad de rutina, y evidentemente esto puede hacer que en un momento determinado algo que está ocurriendo en el sistema sanitario termine afectándonos", ha admitido.
Beatriz Domínguez-Gil: "Un trasplante renal o hepático ya ha pasado a ser una actividad de rutina, y esto puede hacer que en algún momento algo que está ocurriendo en el sistema sanitario termine afectándonos"
Otro aspecto que podría afectar a la ONT y a toda la red trasplantadora desplegada por España es la marcha de algunos sanitarios ante mejores condiciones en otros sectores o lugares. "La fuga de profesionales sanitarios que se puede estar produciendo y se está produciendo ya hacia la sanidad privada o hacia otros países puede, sin duda alguna, afectar a nuestro programa", ha explicado Domínguez-Gil.
También podría afectar a la red en el caso de los coordinadores de trasplantes, la figura que en cada hospital organiza la actividad trasplantadora. Ellos también han sufrido las malas condiciones en las que viven y vivían algunos sanitarios y, de hecho, cada vez hay más problemas para contratarlos.
"Nos cuesta encontrar cada vez más coordinadores de trasplante por las exigencias del programa. Hemos de tener en cuenta que un proceso de donación surge siempre o casi siempre fuera del horario laboral. Son muchas horas de proceso. Un proceso en el que el coordinador tiene que, como su propio nombre indica, coordinar a un número de profesionales importante", ha afirmado la directora de la ONT.
Así, insiste en la gran carga de trabajo que tienen: "A veces llegamos a movilizar a 100 profesionales en un solo proceso. Tiene que trabajar con los equipos de trasplante que tienen su centro o que acuden de otros hospitales. Tiene que trabajar con la ONT, tiene que coordinar a profesionales no sanitarios y, muy importante, tiene que acompañar a una familia en proceso de duelo. Esto durante muchas horas solucionando problemas que pueden surgir durante los procesos. Evidentemente, esto es una actividad que es muy demandante en cuanto a carga de trabajo y en cuanto a carga emocional".
Pese a todo, Domínguez-Gil asegura que la "parte más bonita" del trabajo de los coordinadores "es la de las familias". "Es el tipo de personas que conocen y el tipo de mensajes que se llevan de las personas que, en un momento tan complicado como es la pérdida de un ser querido, son capaces de pensar en el bien de otros. Es decir, esas lecciones de vida que ellos se llevan de cada proceso también nos dicen que es lo más gratificante, pero también es cierto que es emocionalmente duro".
Además de todo este proceso y emociones, se enfrentan a los mismos problemas que el resto de sanitarios, como la precariedad: "Han vivido los mismos problemas que todos los profesionales sanitarios. Hemos vivido con muchos profesionales en situación de interinidad durante largos años".
En cualquier caso, ha puntualizado que "en los últimos años se han ido desarrollando convocatorias y procesos que han logrado estabilizar a muchos de ellos". "Pero, realmente, todos los problemas que afectan a la sanidad española también revierten en nuestros coordinadores de trasplante, que no dejan de ser profesionales de los hospitales, muchos de ellos, casi todos", ha apostillado.
Lo que no es un problema para el sistema de trasplantes, de momento, son las largas listas de espera quirúrgica, disparadas tras la pandemia de Covid-19
De hecho, tal y como esgrime Domínguez-Gil, estos coordinadores se dedican solo "parcialmente" a la actividad de coordinación, ya que "normalmente, desarrollan su actividad en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y, por lo tanto, se ven afectados por los mismos problemas que cualquier otro profesional sanitario". La única diferencia es que "están vinculados a una actividad muy sofisticada, muy especial".
Lo que no es un problema para el sistema de trasplantes, al menos "por el momento", son las largas listas de espera quirúrgica, disparadas tras la pandemia de Covid-19.
En noviembre (últimos datos publicados), la sanidad pública española alcanzó su máximo histórico de pacientes en lista de espera para una intervención quirúrgica no urgente. En total, había 742.518 pacientes esperando, hasta 81.356 personas más que el anterior año (10,96%). El tiempo medio de espera, sin embargo, estaba en 113 días, 8 menos que hace un año. El 17,6 por ciento de los pacientes llevaban en la lista de espera más de 6 meses.
Pese a estas cifras, Domínguez-Gil no considera que esto haya afectado a los trasplantes: "Por el momento, no. Hemos de tener en cuenta que el trasplante, particularmente el trasplante de un fallecido, como es una actividad urgente, no es programada. La donación surge en el momento en que surge y esto fuerza a organizar los trasplantes en unos momentos específicos por los tiempos de isquemia. Esta actividad siempre se desarrolla fuera de la jornada laboral".
En cualquier caso, apunta que "en el momento en que se prolongan jornadas por problemas de lista de espera, puede resultar más complicado el identificar o tener disponibilidad de quirófanos o de personal". "Pero por el momento, a día de hoy, este problema no lo estamos teniendo", ha remachado.