El Comisionado de Salud Mental ha nacido bajo mucha expectación. La situación actual de la sociedad española, con elevada tasa de problemas de salud mental, ha puesto sobre la mesa la salud mental y el desarrollo de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, los trastornos de conducta alimentaria, trastornos obsesivos convulsivo, esquizofrenia, bipolaridad, psicosis. Sin embargo, la presentación de este Comisionado ha dejado mensajes que han generado mucho malestar entre los profesionales de la salud mental.
Con el beneplácito de la ministra de Sanidad, Mónica García, del secretario de Estado, Javier Padilla, y del propio Ministerio de Sanidad, el cual, tal y como ha señalado a este medio, no se hace responsable de lo emitido durante la jornada por otras personas, se lanzaron mensajes que pueden afectar a “la adherencia al tratamiento por parte del paciente, y, por tanto, a su evolución y calidad de vida”, señala a ConSalud.esCelso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental, jefe del departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y miembro de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos.
“Fue un evento en el que se mezclaron los malestares sociales con los trastornos mentales graves”
Durante el evento de presentación, la comisionada de Salud Mental y psiquiatra, Belén González, señaló que uno de los objetivos es la desinstitucionalización de la salud mental. "Vamos a hacer un gran esfuerzo por la desinstitucionalización […] Hace aproximadamente 40 años en España hubo una transición en salud mental que cerró los manicomios porque pensaban que era intolerable tratar así a las personas con problema de salud mental. Hubo un impulso por entrar dentro de la comunidad, por no solo tratar de forma humana, sino dar derechos civiles y hacer que todas estas personas tuvieran acceso a trabajo, vivienda…".
Una situación que, según expresó, está cambiando: "Lo que estamos viendo desafortunadamente en estos últimos años es una inversión de esta tendencia, es decir, en lugar de realizar una atención más dirigida a la asistencia comunitaria integrada dentro de las comunidades, los barrios, las ciudades, los pueblos, estamos viendo que se abren más camas de psiquiatría que no distan mucho de esos manicomios que teníamos de hace 40 años. Es intolerable, no podemos permitir que esa sea la solución a la demanda desbordada que hay ahora en salud mental".
"Durante este evento no se habló de Psiquiatría, fue otra cosa”
“Al final es una politización de la salud mental en la que se olvidan de la Psiquiatría”, incide el Dr. Arango. “Fue un evento en el que se mezclaron los malestares sociales con los trastornos mentales graves”, continúa. De hecho, durante el evento, Belén González indicó que “a veces tenemos la sensación de que hay dos tipos de trastorno mental, uno que nos ocurre a la gente normal que forma parte de la cotidianidad, y otro que es el trastorno mental grave, la esquizofrenia, la bipolaridad, el trastorno límite de personalidad. Ambos tendría dos vías distintas, una que vendría por lo social y otra que no se sabe si es genética o por un rayo que te cae. Es todo lo mismo, lo que subyace a todos es lo mismo, el abuso sexual en la infancia, la precariedad, que tus padres no estén, incertidumbre, precariedad laboral…”
Un mensaje que, para Celso Arango, no se ajusta a la realidad. “No es cuestión de precariedad o exclusivamente de los determinantes sociales que durante el evento se pusieron constantemente sobre la mesa. Todas las comunidades, tanto ricas como pobres, tienen problemas de trastorno mental grave. Durante este evento no se habló de Psiquiatría, fue otra cosa”, concluye.