Las agresiones a sanitarios se ha convertido, lamentablemente, en algo frecuente en los últimos tiempos. Es por ello que, este viernes, Ciudadanos ha presentado una iniciativa a la Mesa del Congreso de los Diputados para intentar paliarlas.
La pregunta ha sido presentada por el diputado del Grupo Parlamentario naranja, Guilermo Díaz Gómez. En el doumento, se consulta al Gobierno por las medidas que tiene previsto impulsar junto "con las Comunidades Autónomas, para evitar esta escalada de violencia contra los médicos españoles". Además se interpela por la forma de "mejorar la atención al paciente en el Sistema Nacional de Salud" para evitar una frustración en la ciudadanía española.
Tras ello pregunta por medidas para dar apoyo a los profesionales agredidos, igualmente en colaboración con las CCAA y los colegios profesionales, la asistencia prestada a la hora de denunciar y evitar que se repitan estas agresiones.
El texto resalta en su exposición de motivos que "los médicos de toda España recibieron 843 denuncias de agresiones físicas y verbales en el pasado año 2022, el mayor número desde que existen registros y un incremento del 38% con respecto a 2021", según cifras de la Organización Médica Colegial (OMC).
Ciudadanos consulta al Gobierno sobre las medidas que tiene previsto impulsar junto "con las Comunidades Autónomas, para evitar esta escalada de violencia contra los médicos españoles"
Junto a esto, desgrana el total de estas agresiones, siendo la mayoría insultos y vejaciones en un 47%, un 37% de amenazas y coacciones, y por últmo un 16% de lesiones. El documento alerta además que sólo el 42% de los médicos afectados denunciaron estas acciones, por lo que la cifra puede ser "mucho mayor".
EL PERFIL DE AGRESIONES MÁS COMÚN
Basándose en dichas cifras, se dibuja el perfil del profesional agredido más habitual, siendo las mujeres (el 61% de las agredidas son médicas), que trabajan en Atención Primaria (43%) de la sanidad pública (89%). Además, describe al agresor más común en estos casos como un hombre (55%) de entre 40 y 60 años (51%).
Junto a esto, destaca la motivación que más se suele dar como una cita programada (48%) y discrepancias con la atención recibida por parte del facultativo (41%). Además, las causas más comunes suelen ser el tiempo de espera (64,3%), un mal funcionamiento del centro (24,9%) y asuntos relacionados con los protocolos COVID-19 (11,7%).
Según el texto presentado por Ciudadanos, se demuestra con estos datos que "toda esa admiración y orgullo que la sociedad española sintió hacia nuestros profesionales sanitarios durante la pandemia de COVID-19 ha podido esfumarse".