Esta semana la ministra de Salud de Portugal, Marta Temido, ha presentado un nuevo programa para reforzar los planes de planificación familiar del servicio de Sanidad. En este sentido, en una polémica exposición, ha señalado que los médicos de familia portugueses podrían tener menos bonificaciones salariales si sus pacientes mujeres se someten a una interrupción voluntaria del embarazo o contraen una enfermedad de transmisión sexual, tal y como ha recogido la versión portuguesa del diario Público.
Durante el debate parlamentario del Presupuesto de Salud para 2022, la ministra aseguró que no está en juego el derecho de las mujeres a recurrir a un aborto voluntario, sino mejorar la planificación familiar. De esta forma, el programa establece una valoración según las interrupciones voluntarias del embarazo realizadas por las usuarias si estas han recibido en el último año información y seguimiento sanitario.
En estos casos se considera que en el objetivo de planificación y seguimiento de las mujeres en edad fértil ha fallado. Y el objetivo es establecer una evaluación con la que medir "la responsabilidad del seguimiento de la planificación familiar y estamos hablando de lo que puede ser una fragilidad de una planificación familiar que no se hizo como quisiéramos y que puso a una mujer en la situación de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo".
Abordar "la fragilidad de la planificación familiar que no pudo evitar la interrupción voluntaria del embarazo, sin culpabilizar a los médicos ni a los pacientes"
Una situación la del aborto, con una consecuencias "importantes mentales y físicas. En este sentido queremos abordar "la fragilidad de la planificación familiar que no pudo evitar la interrupción voluntaria del embarazo, sin culpabilizar a los médicos ni a los pacientes", manifestó durante el debate la ministra Temido.
En este sentido, la diputada Catarina Martins, destacó que el aborto "es un derecho de la mujer por el que luchamos y es mucho más que un indicador de salud". Un derecho para el que todavía existen dificultades de acceso, según manifestó. "La simple consideración de la interrupción voluntaria del embarazo como un fracaso de la planificación familiar ya es un juicio moral sobre la decisión de la mujer y es inaceptable", continuó la diputada.
En respuesta, la ministra recordó que se está siguiendo el criterio de un grupo del Ministerio de Salud que recomendó que "el realizar un aborto sea considerado como falta de seguimiento de la planificación realizada por profesionales".
La ministra destacó que el Ministerio "aún no se ha pronunciado sobre este indicador" y acusó a los detractores de "hipócritas" para posteriormente disculparse por hacer pensar que se está intentando culpabilizar o estigmatizar a las mujeres. "Hablamos de intentar que la actuación del médico se mida por la mejor salud de los usuarios", y por otro lado, ver el impacto del aborto "en la salud de la persona que se utiliza", concluyó.