Un nuevo informe sobre desafíos y oportunidades para el fortalecimiento del sistema de salud a largo plazo en Uganda subraya la importancia de mejorar las capacidades de los trabajadores de la salud, mejorar el acceso a los recursos médicos esenciales y fomentar una mayor coordinación entre las partes interesadas para fortalecer los sistemas sanitarios y poder realizar una atención a los migrantes. Esfuerzos con los que crear un sistema de salud más resiliente e inclusivo que preste servicio a los refugiados, los migrantes y las comunidades de acogida, sentando al mismo tiempo las bases para una sostenibilidad.
Se trata del resultado de la colaboración entre el Ministerio de Salud de Uganda y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en asociación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La presentación fue en Kampala, oficializado por la Ministra de Salud de Uganda, Dra. Jane Ruth Aceng, reunió a actores clave del gobierno de Uganda, organismos de las Naciones Unidas, donantes y otros socios para analizar las conclusiones. El evento también destacó los esfuerzos de colaboración de los organismos para mejorar la prestación de servicios, con el fin de catalizar nuevas medidas y movilizar recursos.
"Es fundamental mejorar aún más las políticas y estrategias existentes que otorgan a los migrantes un acceso equitativo a los servicios de salud"
Durante la presentación del evento, Aceng explicó que “para garantizar que Uganda tenga un sistema de salud sólido capaz de satisfacer las necesidades de toda su población, es fundamental mejorar aún más las políticas y estrategias existentes que otorgan a los migrantes un acceso equitativo a los servicios de salud”.
Las conclusiones principales del parte indican que el Gobierno de Uganda apoya a los refugiados mediante políticas que promueven la libertad de movimiento, la integración y el acceso a los servicios sociales, el empleo y la tierra. Los refugiados y solicitantes de asilo también reciben un paquete integral de atención sanitaria que incluye atención de emergencia, primeros auxilios psicológicos y acceso continuo a servicios de atención primaria de la salud una vez que se han asentado. Entre los principales desafíos identificados incluyen la falta recurrente de medicamentos y suministros esenciales, las barreras culturales y lingüísticas entre los refugiados y el equipo de atención de salud, y los recursos limitados para reclutar y gestionar el personal sanitario necesario en los centros de salud.
“Los países deberían aprovechar el potencial de los migrantes y refugiados para contribuir al grupo de trabajo de prestación de servicios, utilizando sus competencias y experiencia”
El Director de Salud y Migración de la OMS, Dr. Santino Severoni, afirmó: “El liderazgo de Uganda en la integración de los refugiados y los migrantes en el sistema de salud es un modelo de solidaridad en acción, que garantiza el acceso a los servicios sanitarios esenciales para todos”. Para la Directora Regional de la OMS para África, Dra. Moeti Matshidiso, “los países deberían aprovechar el potencial de los migrantes y refugiados para contribuir al grupo de trabajo de prestación de servicios, utilizando sus competencias y experiencia”.
En el escrito también se incluye la identificación e implementación de nuevas estrategias de financiamiento y la creación de un sistema integral de seguro de salud; la incorporación de curanderos tradicionales en los sistemas de salud y el fortalecimiento de la colaboración intersectorial con otros ministerios para abordar determinantes de salud más amplios.
Ya se están realizando esfuerzos para fortalecer el sistema de salud y actuar en función de las medidas previstas. En marzo de 2024, el ACNUR y la OMS firmaron una Carta de Entendimiento para mejorar su colaboración en el apoyo al gobierno de Uganda para mejorar la sanidad para migrantes, refugiados y comunidades de acogida en el país.