La huella de carbono provocada por el sector de la sanidad alcanza ya el 4,4% del total de las emisiones mundiales. Es decir, el sector es responsable de una buena parte de la actividad contaminante del planeta. Esta contaminación deriva en su mayoría del consumo energético de los propios centros de salud (electricidad, gas, calefacción, refrigeración…). Es por ello que, desde las Comunidades Autónomas, existe un compromiso con el medio ambiente para paliar esta situación.
En el caso de Andalucía el SAS comenzó hace unos meses a actualizar su programa estratégico de gestión ambiental y energética con visión para el año 2030. Este programa tiene como fin “alcanzar un modelo energético eficiente, sostenible, seguro y neutro en carbono, aprovechando los abundantes recursos renovables que se disponen en Andalucía y promoviendo actuaciones de mejora energética, garantizando una adecuada gestión de la totalidad de los residuos e impulsando la transición hacia una economía circular”. Así lo explica Catalina García, consejera de Salud la comunidad. En este caso, la comunidad también implantó un Sistema Integral de Gestión para mejorar la sostenibilidad de sus labores asistenciales.
En cuanto a Aragón, la consejera, Sira Repollés, destaca las acciones que su comunidad lleva en connivencia con el Programa de Actuación del Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente (PESMA) del Gobierno de España. Pero, además, esta comunidad destaca por la instalación de placas de energía fotovoltaica en los centros de salud y la sustitución progresiva de los equipos de climatización o la tabiquería por otros más sostenibles. Por ejemplo, el futuro centro de salud de la localidad oscense de Barbastro, uno de los más grandes de la comunidad, es el primero de Aragón diseñado con un consumo de energía casi nulo con la mejora de la envolvente del edificio o el control solar mediante lamas orientables.
La huella de carbono provocada por el sector de la sanidad alcanza ya el 4,4% del total de las emisiones mundiales
Por parte de Asturias, destacan algunos proyectos de seguimiento de las zoonosis por parte de equipos de epidemiología, la promoción de entornos saludables o el diseño y adaptación de los equipamientos sanitarios con mejoras en la eficiencia energética. En este sentido, el consejero Pablo Fernández, destaca las envolventes, aislamientos, nuevos sistemas de cerramientos o geotermia en los centros. Esta comunidad está aplicando además la visión One Health en sus políticas.
Otras comunidades, como por ejemplo las Islas Baleares, se comprometen con las energías renovables y descarbonización. El 2040, explicaba la consejera Patricia Gómez, es el año que la región ha fijado para hacer desaparecer los combustibles fósiles y sustituirlos por energías renovables. Para ello se han implementando paneles fotovoltaicos en todos los hospitales públicos y algunos centros de salud, ahorrando casi tres millones de euros al año. También se destacan medidas más modestas que contribuyen a la sostenibilidad como la instalación de iluminación LED en centros sanitarios, controles de climatización, avances tecnológicos como software de controles de la producción de frío y calor o la sustitución de calderas de gasolina.
En Cantabria, se han incluido en el presupuesto para 2023 partidas para la instalación de placas solares en una decena de centros de salud. El consejero Raúl Pesquera afirma además que en la contratación pública se opta por vehículos eléctricos.
Cataluña ha establecido por su parte el compromiso de la descarbonización como una de sus prioridades con la aprobación del Marco Estratégico de Referencia de Adaptación al Cambio Climático para el horizonte 2030. Las acciones que se lleven a cabo en este sentido pasarán por el establecimiento de edificios con cero emisiones y con consumo de energía limpia y sostenible al 100%, una transición hacia medios de transporte y de traslado sostenibles e implementación de principios de economía circular para adquirir suministros. Se trabajará en la reducción de volumen y la toxicidad de los residuos sanitarios que han de ser gestionados de manera sostenible, se reducirán las emisiones de CO2 y se eliminarán prácticas innecesarias e ineficientes, explica el consejero Manel Balcells.
Esta contaminación deriva en su mayoría del consumo energético de los propios centros de salud
En Castilla-La Mancha se han adoptado medidas para descarbonizar el impacto de la actividad sanitaria en las infraestructuras, hospitales, centros de salud, edificios administrativos o medios de transporte para promover el ahorro de energía, la reducción de emisiones, la disminución de la huella de carbono o el aumento del uso de energías renovables. Igualmente, el suministro eléctrico externo de las instalaciones proviene de energías renovables. El consejero Jesús Fernández explica que el pasado año quedó definido el Plan Estratégico de Ahorro y Eficiencia Energética 2021-2026, centrado en la reducción del consumo energético, la reducción del gasto y la reducción de las emisiones contaminantes.
La gestión energética de los centros Castilla y León, por su parte, se monitoriza con la herramienta OPTE: una base de datos de centros de consumo y contratos de energía de las administraciones públicas que administra el Ente Regional de la Energía (EREN). Igualmente, la región ha participado en el Programa HOSPISOL, para promover instalaciones solares térmicas en los hospitales. Por otro lado, se están incorporando sistemas de generación de energía renovable a los edificios como el “District Heating”, de agua calentada por Biomasa del Hospital de Soria, Clínico de Valladolid, en el Hospital de Medina del Campo y en un futuro cercano del Hospital de Aranda de Duero. Así lo da a conocer el consejero Alejandro Vázquez.
Desde Extremadura, el consejero José María Vergeles, destaca el papel salutogénico del Sistema Nacional de Salud, pues “debe incluir los esfuerzos en promocionar la salud desde el punto de vista medioambiental, y concienciarse de que la necesidad de incluir la descarbonización en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad”.
La gestión energética de los centros Castilla y León se monitoriza con la herramienta OPTE: una base de datos de centros de consumo y contratos de energía
En Madrid, Sanidad cuenta con un plan general de implementación de medidas de eficiencia energética en todos los hospitales y centros de Atención Primaria. Enrique Ruiz Escudero explica que este plan incluye la sustitución de luminarias por LED’s, el cambio de elementos de producción de energía frigorífica y de calor por equipos de alto rendimiento y más ecológicos o la implantación de medidas la sustitución de carpinterías metálicas por otras más eficientes. También se está estudiando la instalación de paneles fotovoltaicos o la producción de hidrógeno verde.
El compromiso con la descarbonización en Murcia pasa por optimizar los recursos e incrementar la eficiencia de los centros, impulsar una economía limpia y circular, así como restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación. Estas actuaciones se fundamentan en 4 pilares estratégicos: la integración selectiva de tecnología, el respeto en el uso de recursos, la digitalización integral de las infraestructuras y la promoción de procesos de I+D+i, como afirma Juan José Pedreño, consejero de Salud.
Valencia ha diseñado un proyecto con la colaboración de la organización internacional Health Care Without Harm
Navarra también está realizando una apuesta clara por una transformación verde. Un ejemplo de esto es la licitación de un contrato para la gestión y explotación del sistema energético instalado en el Hospital Universitario de Navarra (HUN). El contrato comprende el suministro al centro y conlleva la realización de obras en sus instalaciones para mejorar las condiciones ambientales. El centro de salud del municipio de Lodosa, ejemplifica la consejera de salud, Santos Indurain, es una referencia estatal en eficiencia energética.
En el País Vasco se ha iniciado un plan para la instalación de energías fotovoltaicas en los centros por un valor de 3,5 millones de euros. Es un plan para ejecutar en dos años y que contempla 45 nuevas instalaciones en toda la red, como destaca la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
La Riojatambién ha comenzado la elaboración del Plan Riojano Integrado de Energía y Clima (PRIEC) que planifica sus acciones hasta 2030. El Plan define los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de inclusión de energías renovables y medidas de ahorro y eficiencia energética en la Comunidad Autónoma. Asimismo, plantea cómo se puede actuar sobre las causas que motivan el cambio climático y para ello establece las líneas de actuación riojanas para avanzar en la descarbonización. También persigue maximizar las oportunidades y beneficios que esta transición ecológica ofrece para la economía, el empleo, la salud y el medio ambiente, a la vez que minimiza los costes y respeta las necesidades de adecuación de todos los sectores.
Finalmente, Valencia ha diseñado un proyecto con el que liderar la transición verde sanitaria. Este proyecto cuenta con el apoyo y colaboración de la organización internacional Health Care Without Harm (HCWC Europe) y se ha desarrollado por la Conselleria y la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), que depende de la Administración sanitaria valenciana. Esta iniciativa está enfocada a la sensibilización de la sanidad pública valenciana y a la puesta en marcha de medidas para reducir la huella de carbono y llevar a cabo acciones de sostenibilidad. La conselleria también tutela un proceso piloto en el Hospital de Sagunto para el tratamiento y gestión in situ de los residuos sanitarios que permite reducir el volumen y su peligrosidad y, por tanto, facilita su gestión y minimiza su impacto medioambiental, destaca Miguel Mínguez, consejero de sanidad.