El debate sobre el sistema sanitario vuelve de nuevo al Congreso de Estados Unidos. Esta vez, de la mano de los senadores republicanos Lyndsay Graham y Bill Cassidy, quienes han puesto otra vez sobre la mesa su propuesta legislativa mediante la que los Estados podrían elegir acogerse o no a ciertas directrices del Obamacare.
Acabar con la actual ley sanitaria impulsada por el ex presidente Barack Obama lleva siendo uno de los objetivos principales de los conservadores y del presidente Donald Trump desde el comienzo de su mandato. En varias ocasiones han intentado derogarla, aunque sin éxito, ya que ni dentro del propio partido han conseguido ponerse de acuerdo sobre cómo sustituir los preceptos de la medida en vigor. Tras un estrepitoso fracaso este verano en el Capitolio, cuando el magnate insistió a sus colegas para aprobar cualquier tipo de derogación y así poder cumplir la promesa electoral, la opción de Graham y Cassidy ha reabierto el debate sobre el asunto.
Las propuestas anteriores que plantearon los conservadores hubieran supuesto entre 22 y 32 millones de personas sin seguro médico en los próximos diez años
La propuesta de ambos senadores plantea la posibilidad de dejar el destino de los seguros médicos y sus subsidios en manos de los estados, algo que apela a la libertad de gobierno defendida por el conservadurismo estadounidense. El proyecto derogaría partes clave de Obamacare, incluyendo el mandato individual por el que los ciudadanos son multados si no obtienen seguro; los subsidios a las aseguradoras y los fondos para la expansión de Medicaid (acceso sanitario para las personas con bajos recursos), con subvenciones en bloque que serían entregadas a los Estados.
Sin embargo, los demócratas, encabezados por los líderes de las minorías en el Senado y la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Nancy Pelosi respectivamente, han advertido de las consecuencias del texto legislativo y han llamado a la Oficina No Partidista del Congreso (CBO, en inglés) a que evalúe su posible impacto.
"Un análisis integral de la CBO es esencial antes de que los republicanos impongan una votación precipitada y peligrosa sobre una ley de abrogación extrema y destructiva", escribieron los líderes demócratas en una carta enviada a la Oficina y divulgada este lunes.
Las propuestas anteriores que plantearon los conservadores hubieran supuesto entre 22 y 32 millones de personas sin seguro médico en los próximos diez años.
Los republicanos tratan de averiguar si tienen suficiente apoyo para aprobar la ley antes del 30 de septiembre, el plazo para usar un proceso vinculado a los presupuestos y conocido como reconciliación, que impediría que los demócratas bloqueen el proyecto legislativo.