El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido este lunes a Marrakech (Marruecos) donde asiste a la Conferencia Intergubernamental para la adopción de un Pacto Mundial sobre Migración. Este compromiso no vinculante de los estados, mediado por Naciones Unidos, incluye la voluntad de abordar el fenómeno migratorio desde diferentes ámbitos, incluido el sanitario.
En este sentido, uno de los puntos más destacados es el objetivo de proporcionar a los migrantes acceso a los servicios públicos. Así, se ha propuesto “incorporar las necesidades sanitarias de los migrantes en las políticas y los planes de salud nacionales y locales”.
Los Estados firmantes del acuerdo pactan que se reduzcan las barreras de comunicación y se forme a los profesionales para que presten los servicios sanitarios "teniendo en cuenta las diferencias culturales"
Para ello, instan a reforzar “la capacidad de prestar servicios, facilitando el acceso asequible y sin discriminación, reduciendo las barreras que dificultan la comunicación y formando a los proveedores de atención sanitaria para que presten servicios teniendo en cuenta las diferencias culturales, a fin de promover la salud física y mental de los migrantes y las comunidades en general”.
Por otra parte, con el fin de “abordar y reducir las vulnerabilidades en la migración”, se ha subrayado la necesidad de “proteger a los menores no acompañados y separados en todas las etapas de la migración mediante el establecimiento de procedimientos especiales para identificarlos, derivarlos y prestarles cuidados y reunificar a las familias, y darles acceso a los servicios de atención sanitaria, incluida la salud mental”.
Igualmente, el pacto incluye varias acciones tratar de utilizar la detención de migrantes “solo como último recurso”. Para cumplir con ello, se intentará mitigar las consecuencias negativas de las posibles detenciones facilitando la disposición de alimentación o de atención sanitaria básica.