Al margen de las campañas electorales que están realizando los partidos políticos de cara al 28 de abril, las administraciones públicas apuran hasta el último día que les permite la ley para poner en marcha medidas a favor de la asistencia sanitaria. Y en estas últimas semanas y meses, hay un asunto al que tanto el Ministerio de Sanidad como las consejerías sanitarias le están dando una especial importancia: la vacunación.
En el caso del departamento que dirige María Luisa Carcedo, la última acción puesta en marcha ha sido una campaña publicitaria sobre los “beneficios de las vacunas” bajo el lema “V de vacuna, V de vida”. Con ella, Sanidad apuesta por reducir el “desconocimiento” que puede surgir en la población o la existencia de “información errónea” sobre ella. Es asimismo una de las actuaciones que el Ministerio tenía planeada para tratar de frenar a los movimientos anti-vacuna.
La ministra de Sanidad ha descartado "de momento" prohibir en España la escolarización de niños que tengan las vacunas obligatorias
Por otra parte, la ministra de Sanidad ha hablado en varias ocasiones durante la campaña electoral sobre aspectos relacionados con estos asuntos. Por ejemplo, en varias entrevistas ha expresado que “de momento” no ve necesario que se tenga que prohibir en España la escolarización de niños que tengan las vacunas obligatorias. Tampoco lleva nada específico el PSOE en su programa electoral salvo la promesa de “garantizar la protección en todas las etapas de la vida, mediante programas oficiales de vacunación”.
LAS CC.AA., CENTRADAS EN BEXSERO
La otra materia que está siendo debatida en estos meses es la decisión de algunas autonomías españolas de incorporar a sus calendarios de vacunación autonómicos la inmunización contra el meningococo B, comercializada bajo el nombre de Bexsero por GSK. Por el momento, han sido dos las regiones que ya han tomado la decisión de financiarlas.
Melilla y Castilla y León son las primeras regiones españolas en incorporar a sus calendarios la vacuna frente al meningococo B pese al rechazo de la Comisión de Salud Pública y del Ministerio
La primera de ellas ha sido la ciudad autónoma de Melilla. A pesar de ser gestionada por el Ingesa, el gobierno de esta ciudad ha anunciado que será “la primera en implantar esta vacuna a su calendario” y será efectivo desde el 1 de septiembre. Igualmente, en la última semana ha sido Castilla y León quien ha tomado la decisión de incorporarla y será efectivo desde el próximo 1 de junio.
Estas decisiones, sin embargo, no han sentado nada bien en el seno del Ministerio de Sanidad. La propia Carcedo ha criticado la decisión tomada por estas autonomías por saltarse el consenso alcanzado en torno al calendario común de vacunación aprobado hace unos meses en el Consejo Interterritorial. Además, la ministra apela a que la Comisión de Salud Pública ha descartado por el momento su financiación estatal ya que actualmente “no se cumplen los criterios en relación a efectividad y seguridad”.