Instituciones como la Comisión Europea o la Agencia Europea del Medicamento (EMA) instaron en 2011 a los Estados miembros a acometer actuaciones para abordar el problema de la resistencia a los antimicrobianos o antibióticos. Una preocupación venida a más con el desarrollo de la globalización que también ha provocado la inquietud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), llegando a alertar que en 2050 podría morir más gente por infecciones causadas por bacterias multirresistentes que por cáncer, si la situación no se detiene.
Sobre este aspecto, cabe recordar que, según un estudio del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), España es el quinto país de la Unión Europea donde más antibióticos se consume a nivel hospitalario. Y es que, tomando un día cualquiera en los hospitales españoles, en torno al 46% de los pacientes ingresados en ellos recibe al menos un antibiótico al día.
En comparación con otros países del entorno, y a nivel internacional, el Dr. Cisterna ha mencionado a Estados Unidos o el Reino Unido como ejemplo de países en los que los propios presidentes “se han introducido en esta situación de cómo prevenir o limitar la resistencia”, fijando programas de actuación y dotándolos de fondos estructurales y económicos “para poderlos desarrollar”.
A pesar de ello, el presidente de AMYS ha querido apuntar que “no se trata de estar peor o mejor” que otros países, sino de “encontrar el camino correcto”. Y es que, para este profesional sanitario, la actuación “tiene que estar arreglada, debe ser coherente y común en todas las comunidades autónomas”. En este sentido, teniendo en cuenta que previsiblemente será uno de los temas que se aborden en el próximoConsejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, espera que tras el paso por este encuentro y con las conclusiones de los análisis “se establezcan una serie de medidas para, al menos, advertir sobre esta situación”.
INFORMACIÓN, FORMACIÓN Y ACTUACIÓN
El Dr. Ramón Cisterna ha propuesto pasar “de la preocupación a la ocupación”. Así, cree que entre las acciones más urgentes, debe ser prioritario informar a la comunidad sanitaria y a la ciudadanía sobre la importancia de este problema: a los usuarios hay que decirles, según este profesional, que “los antibióticos no se toman o se dejan de tomar cuando a uno le viene bien”, debiendo comprender que “si no se le da un antibiótico, es porque no lo necesita, y si se le da es porque es necesario en las condiciones que el profesional sanitario considere”.
Estas acciones, previas a una actuación más específica, facilitarían que la situación se controle. Según Ramón Cisterna, el problema “no va a ser, ni mucho menos, eliminado pero por lo menos sí que se puedan limitar sus efectos”. Finalmente ha recordado que en la mayoría de hospitales españoles se están aplicando los Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA). No obstante, ha recomienda que también “deberían aplicarse en los centros asistenciales de Atención Primaria”, ya que el 90% del consumo de antibióticos en España se produce en este nivel asistencial.
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
Tomando un día cualquiera en los hospitales españoles, en torno al 46% de los pacientes ingresados en ellos recibe al menos un antibiótico al día
En el caso de España, el Ministerio de Sanidad oyó esta llamada de atención y en 2014 aprobó el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos con el objetivo de frenar el avance de estos mecanismos de resistencia a través de varias líneas estratégicas. Sin embargo, aunque en una primera fase “se está analizando cómo está la situación de cara a establecer un posterior planteamiento de actuación”, hasta el momento no se ha establecido “el abordaje final de cómo aplicar los resultados”. Así lo ha advertido a ConSalud.es el Dr. Ramón Cisterna, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital de Basurto (Bilbao) y presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS). Sobre este aspecto, cabe recordar que, según un estudio del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), España es el quinto país de la Unión Europea donde más antibióticos se consume a nivel hospitalario. Y es que, tomando un día cualquiera en los hospitales españoles, en torno al 46% de los pacientes ingresados en ellos recibe al menos un antibiótico al día.
En comparación con otros países del entorno, y a nivel internacional, el Dr. Cisterna ha mencionado a Estados Unidos o el Reino Unido como ejemplo de países en los que los propios presidentes “se han introducido en esta situación de cómo prevenir o limitar la resistencia”, fijando programas de actuación y dotándolos de fondos estructurales y económicos “para poderlos desarrollar”.
A pesar de ello, el presidente de AMYS ha querido apuntar que “no se trata de estar peor o mejor” que otros países, sino de “encontrar el camino correcto”. Y es que, para este profesional sanitario, la actuación “tiene que estar arreglada, debe ser coherente y común en todas las comunidades autónomas”. En este sentido, teniendo en cuenta que previsiblemente será uno de los temas que se aborden en el próximoConsejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, espera que tras el paso por este encuentro y con las conclusiones de los análisis “se establezcan una serie de medidas para, al menos, advertir sobre esta situación”.
INFORMACIÓN, FORMACIÓN Y ACTUACIÓN
El Dr. Ramón Cisterna ha propuesto pasar “de la preocupación a la ocupación”. Así, cree que entre las acciones más urgentes, debe ser prioritario informar a la comunidad sanitaria y a la ciudadanía sobre la importancia de este problema: a los usuarios hay que decirles, según este profesional, que “los antibióticos no se toman o se dejan de tomar cuando a uno le viene bien”, debiendo comprender que “si no se le da un antibiótico, es porque no lo necesita, y si se le da es porque es necesario en las condiciones que el profesional sanitario considere”.
Según el Dr. Ramón Cisterna, con las actuaciones este problema "no va a ser, ni mucho menos, eliminado pero sí que se puedan limitar sus efectos"
Además, entiende que los profesionales sanitarios deben “tener mecanismos y medios para poder detectar y diagnosticar lo antes posible la presencia de una bacteria multirresistente y aplicar las medidas que sean pertinentes”. Esta formación, se debe acompañar de medidas de control de infección, como la higiene de manos, que es “absolutamente necesaria para complementar las acuaciones”.Estas acciones, previas a una actuación más específica, facilitarían que la situación se controle. Según Ramón Cisterna, el problema “no va a ser, ni mucho menos, eliminado pero por lo menos sí que se puedan limitar sus efectos”. Finalmente ha recordado que en la mayoría de hospitales españoles se están aplicando los Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA). No obstante, ha recomienda que también “deberían aplicarse en los centros asistenciales de Atención Primaria”, ya que el 90% del consumo de antibióticos en España se produce en este nivel asistencial.
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