El debate político está cargado de momentos en los que los partidos políticos de distinta ideología expresan sus críticas, a veces más dura y otras más blandas, al contrario. Sin embargo, en una mayoría de cuestiones, algunas de ellas sanitarias, muestran más puntos en común que diferencias. La prevención del suicidio es una.
La recién elegida presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba que iba a poner en marcha programas de lucha contra la soledad no deseada y otras acciones como el desarrollo de un Plan de Atención Integral en longevidad, fragilidad y soledad, la atención psicológica para niños y adolescentes y la aplicación del programa ‘Madrid Conecta Cuidados’, para atender a personas vulnerables en momentos sanitarios expuestos a situaciones de dificultad.
Madrid anuncia que combatirá el suicidio y la soledad desde distintos frentes; mientras, el Ministerio de Sanidad insta a "romper el silencio y hablar de suicidio para que deje de ser un problema oculto"
Junto a la dirigente madrileña, otras políticas a escala nacional han expresado su compromiso con este tipo de políticas. La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, instó recientemente a “romper el silencio y hablar de suicidio para que deje de ser un problema oculto” atrayéndolo así “a la órbita de la salud pública”.
Desde el Ministerio de Sanidad explican que mediante la Estrategia Nacional de Salud Mental se prevé “sensibilizar e informar a la población, combatiendo estereotipos, ofreciendo testimonios en primera persona y visibilizando y dando apoyo institucional”. A su vez, apuestan por consolidar el Código de Riesgo de Suicidio para “que la persona identificada con riesgo grave de suicidio o tentativa sea atendida en un muy breve lapso de tiempo”.
ESTRATEGIAS AUTONÓMICAS
Comunidades autónomas como el País Vasco, la Comunidad Valenciana, Baleares o La Rioja incluyen medidas de este tipo en sus estrategias regionales
Al mismo tiempo, hay otras comunidades autónomas que también están desarrollando sus propias estrategias. Entre las últimas que lo han hecho, ha sido el País Vasco. Su consejera de Salud, Nekane Murga, avanzaba que aspiraban a atajar esta problemática desde la detección precoz y desde la visibilidad social. Entre las medidas concretas, destacan la instauración de un registro de suicidios y de tentativas, autopsias psicológicas o instaurar un protocolo de actuación integrado para profesionales de primera intervención.
Por otra parte, hace ya algunos años que regiones como la Comunidad Valenciana o Baleares ponían en marcha diferentes acciones. En la primera, se creó una Estrategia de Prevención del Suicidio con “la concienciación como paso previo”. Mientras, en la segunda se inició un Observatorio del Suicidio con el objetivo de identificar a las personas en situación de riesgo y planificar la prevención.
De la misma forma, y entre otras comunidades autónomas, La Rioja incluyó su propio plan en la Estrategia de Salud Mental; Asturias la incorporó al Plan de Salud 2019-2030; al igual que Castilla-La Mancha que lo lleva en el Plan de Salud Mental 2018-2025.