El sarampión ha puesto nuevamente en la palestra a las vacunas y al calendario vacunal existente en los servicios autonómicos de salud. La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, llevó en noviembre del pasado año, coincidiendo con su primer Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el denominado calendario vacunal común a lo largo de la vida.
Con él, el Ministerio de Sanidad pretendía consensuar de forma homogénea y conjuntamente con las comunidades autónomas la financiación de vacunas frente a 14 enfermedades.
El calendario vacunal común de Carcedo recoge la financiación de vacunas frente a 14 enfermedades
Sin embargo, poco habría durado este marco común, ya que Canarias, Castilla y León y Melilla decidieron implantar la vacuna contra la meningitis B (Bexsero) de manera unilateral. En su momento, Carcedo lamentó que algunas autonomías iniciasen su propio camino y anunciasen la financiación de esta vacuna, no incluida en el calendario común.
Reprochó de esta forma que incorporar vacunas a éste “no debe ser una decisión política” sino que se ha de ir por “el camino correcto” y analizar “su impacto epidemiológico”.
"El calendario vacunal de las CC.AA. debe estar basado en lo que se haya decidido en la Comisión Nacional de Salud Pública y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud"
El responsable de la AEV reconoce que el peso del estado autonómico y las competencias que las comunidades tienen en materia de Salud Pública les permite legislar en esta materia, pero reconoce que lo idóneo sería que "todos ofertemos lo mismo".
"El análisis de su conveniencia o no tiene que basarse en la evidencia científica, en función de eso, evaluarlo. Habrá que esperar los resultados que se obtienen en Canarias, Castilla y León y Melilla para que posteriormente se vuelva a valorar si es necesario o no incluirla en el calendario vacunal común".