El Congreso de los Diputados ha aprobado esta semana una enmienda transaccional en la que se insta al Gobierno a promover las modificaciones legales necesarias para que la donación de un órgano por parte de un donante vivo constituya causa de incapacidad temporal.
La iniciativa ha sido firmada por los grupos parlamentarios del PSOE, el PP y Ciudadanos, con 343 votos a favor y sólo uno en contra, tras el debate de una proposición no de ley presentada por los socialistas el 30 de marzo de 2017.
La ley acutal no contempla la posibilidad de que los donantes vivos puedan acogerse a la baja laboral en caso de sufrir problemas derivados del proceso de donación de órganos al que se someten
Esta incapacidad debe ser tenida en cuenta con los efectos y las prestaciones de la Seguridad Social correspondientes, incluyendo todo el proceso médico necesario que conlleve el tiempo del propio procedimiento de donación hasta que se produzca dicho trasplante y la posterior convalecencia hasta recuperar su plena capacidad laboral.
Con esta iniciativa se busca la modificación del artículo 169 de la vigente Ley General de la Seguridad Social, que no contempla la posibilidad de que los donantes vivos puedan acogerse a la baja laboral en caso de sufrir problemas derivados del proceso de donación de órganos al que se someten. Además, también se les niega la posibilidad de percepción de la correspondiente retribución económica por baja laboral, hecho que les conmina a realizar las donaciones en sus vacaciones.
Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes, la donación en vida es un proceso asentado en el sistema sanitario español, supone el 11% de los trasplantes que se realizan y sin embargo estas personas no tienen regulada la asistencia y protección socio-laboral.
El Partido Socialista asegura que la donación de un riñón o de una porción hepática es una de las modalidades de trasplante de órgano sólido de donante vivo más aplicada en España. Los equipos médicos de trasplante al cuidado de estos pacientes estiman que el tiempo medio de recuperación es de aproximadamente unas 4 semanas en el caso del donante renal y de unas 12 en el caso del donante hepático. Esto siempre y cuando no se produzcan posibles complicaciones, algo que aumentaría el plazo de recuperación.
Tamara Raya, portavoz adjunta de Trabajo del Partido Socialista, asegura que se trata de situación “incomprensible e injustificada” y es labor de todos “reparar esta situación, reconociendo y validando con la cobertura legal necesaria la actitud ejemplar de los donantes en vida y al tiempo allanar el camino también de las personas que esperan por la recepción de órganos para recuperar los niveles de la salud perdida”.