El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en nuestro país, sólo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio. Así lo demuestran los últimos datos publicados por el INE, que refieren unos cálculos estimados en 2021 de 113.662 fallecidos por tumores. Así, las previsiones para el presente año 2023 apuntan a que habrá alrededor de 280.000 casos de cáncer diagnosticados en España, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan). En este contexto se hace radicalmente necesario poner el foco en la prevención y la detección precoz del cáncer. No en vano, la realización de pruebas de cribado contra el cáncer constituye una herramienta fundamental para desarrollar este diagnóstico precoz de la enfermedad, puesto que el descubrimiento temprano del cáncer permite elevar las probabilidades de curación y supervivencia en el paciente.
Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer que se conmemora este 4 de febrero,se hace necesario poner en valor la relevancia de las políticas de cribado que se están llevando a cabo en nuestro país y que conciernen a los sistemas de Salud de las diferentes CC.AA. en el desarrollo de un trabajo conjunto a nivel nacional para salvar vidas a través de la detección previa de tumores o patologías cancerígenas. La Dra. Mónica Granja, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica y oncóloga en el Hospital Clínico San Carlos, comparte con ConSalud.es sus impresiones en relación a la importancia de los cribados y su abordaje en España.
Estos procedimientos de detección precoz “se realizan en población sana con un mayor riesgo de desarrollar un determinado cáncer y que no presenta ningún signo de la enfermedad, ayudando a detectar lesiones premalignas o el cáncer en fases iniciales
Estos procedimientos de detección precoz “se realizan en población sana con un mayor riesgo de desarrollar un determinado cáncer y que no presenta ningún signo de la enfermedad, ayudando a detectar lesiones premalignas o el cáncer en fases iniciales, cuando hay una mayor probabilidad de curar la patología” indica la secretaria de SEOM. Sin embargo, los programas de cribados no se han desarrollado todavía para todos los cánceres; centrándose mayoritariamente en el cáncer de mama y el de colon en la actualidad. “Para que un cáncer sea susceptible de control mediante cribado deben darse unos requisitos tanto en la enfermedad como en las pruebas diagnósticas que se utilizarán. Además, se ha tenido que demostrar que su aplicación conlleva una mejora en el pronóstico, una reducción de la incidencia o mortalidad y que estos beneficios superan a los efectos secundarios de la prueba”, aclara la Dra. Granja.
Los programas de cribado se incorporaron a la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud en el año 2013, aunque en algunas comunidades autónomas se llevaban desarrollando ya desde 2009. En concreto las estrategias nacionales de cribado están actualmente limitadas al cáncer de mama, cuello de útero y colorrectal. Estos programas están recomendados a las mujeres de 50 a 69 años en caso del de mama, a las mujeres entre 25 y 64 años en caso del de cérvix o cuello uterino, y a las personas de entre 50 y 69 años en cáncer de colon y recto. Aunque, en opinión de la oncóloga del Hospital San Carlos, “su implantación ha sido desigual a lo largo de estos años, generando inequidades en España”.Los cribados colorrectales y de cuello de útero (cervix) son los dos en los que se viene incidiendo progresivamente para lograr una mayor y más amplia implantación en España.
“Actualmente ofrece en todo el territorio la realización de una mamografía bienal a mujerescon una cobertura que ronda el 100%, unas cifras superiores a la media europea, y con una participación de las pacientes también por encima de nuestros vecinos europeos”
Sin embargo, el caso de los chequeos para detectar el cáncer de mama son un ejemplo de éxito común a nivel nacional, pues “actualmente ofrece en todo el territorio la realización de una mamografía bienal a mujeres con una cobertura que ronda el 100%, unas cifras superiores a la media europea, y con una participación de las pacientes también por encima de nuestros vecinos europeos”, se felicita la Dra.Granja. En esta línea, en España algunas comunidades autónomas han abierto el cribado de cáncer de mama a más grupos de edad. La primera en hacerlo fue la Región de Murcia, aplicándolos a mujeres de 45 a 74 años. Posteriormente, Andalucía anunció que este segundotrimestre de 2023 situaría la población diana entre los 47 y 71 años. Un rango que en el futuro el Gobierno andaluz se ha comprometido a reubicar entre 40 y 75 años.
En lo que respecta al cribado del cáncer colorrectal (CCR) y de cuello de útero, el Ministerio de Sanidad propuso invertir 12 millones de euros entre el pasado año 2022 y este 2023 con el fin de extender sus programas de cribado en nuestro país. Con ello tratará dar un empujón para paliar las desigualdades existentes en las diferentes regiones a la hora de implantar estos cribados; en parte por la falta de recursos, pero también por la baja concienciación y adhesión de los ciudadanos a estos programas. “En España, actualmente todas las comunidades autónomas han iniciado programas de cribado de CCR, algunas localmente y otras en todo el territorio”, indica la secretaria científica de SEOM. Entre las CC.AA. más aventajadas en los programas de detección precoz del CCR se encuentran Cataluña, Galicia y País Vasco, en las que la implantación es total. Por otro lado, elDepartamento de Salud de Navarra ha puesto en marcha a finales de este enero un programa poblacional de detección precoz del cáncer de cuello de útero, dirigido a 162.625 mujeres de entre 35 y 65 años.
“Muchas de estas regiones han llevado a cabo intervenciones para aumentar la participación en los programas de cribado, en muchos casos con un enfoque específico"
La línea de trabajo es clara. No en vano, desde la Unión Europea se está trabajando para que de aquí al año 2025, el 90% de su población que cumpla los requisitos de un programa de cribado de cáncer de mama, cuello uterino o colorrectal tenga acceso a dicho cribado. Estos programas de cribado son programas de salud pública que forman parte de la cartera común del Sistema Nacional de Salud y que se realizan en todas las CC.AA. Así, “muchas de estas regiones han llevado a cabo intervenciones para aumentar la participación en los programas de cribado, en muchos casos con un enfoque específico dirigido a grupos sociales concretos, población inmigrante o con diversidad funcional. Algunos ejemplos de intervenciones han sido la traducción de materiales informativos a diferentes lenguas o la formación de agentes de salud sobre los programas de prevención del cáncer en entornos socialmente vulnerables, entre otros”, explica la Dra.Mónica Granja.
CRIBADO DEL CÁNCER DE PULMÓN
En España, se detectan anualmente alrededor de 30.000 casos y mueren a causa de esta enfermedad unas 23.000 personas, en cuanto a la supervivencia de estos pacientes es inferior al 15% a los 5 años del diagnóstico. Como principal medida, el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer ha instado a los estados miembros a implantar el cribado de cáncer de pulmón de forma escalonada a partir de 2025. Las CC.AA. deberán trabajar progresivamente para alcanzar estos objetivos marcados por Europa. El ejemplo más reciente ha sido el de La Rioja, que este mismo viernes anunciaba el programa de detección precoz de cáncer de pulmón para población de riesgo que comenzará próximamente en una zona de salud para ir extendiéndose progresivamente al resto de la comunidad norteña.
Para enfocar este objetivo, en España , la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en estrecha colaboración con el resto de SSCC, promovió el pasado mes de noviembre el proyecto piloto nacional CASSANDRA(Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment). Se trata de un programa multicéntrico y multidisciplinar dirigido a incorporar como una herramienta de cribado la Tomografía Computarizada TC de baja dosis de radiación, asimismo incidirá en la deshabituación del tabaco y la colaboración con atención primaria. De este modo, en la actualidad, más de una veintena de hospitales públicos y centros de Atención Primaria se han adherido a este proyecto que cuenta con el apoyo de de nueve sociedades científicas: SECT, GECP, SEOM, SEMG, SEOR, SEMFYC, SEMERGEN, SERAM, SEPAP-IAP y AEACaP.