Las comunidades autónomas cuentan ya con una propuesta oficial del Gobierno para reformar el sistema de financiación autonómica. Ha sido este viernes cuando el Ministerio de Hacienda ha enviado a las regiones una proposición de población ajustada, criterio que determinará el reparto de los recursos en el nuevo modelo y que prevé dotar al gasto sanitario de más peso.
El departamento que dirige María Jesús Montero defiende que la variable de la población ajustada “es la más representativa de las necesidades de gasto” y que es posible “un cálculo más realista, sofisticado y con mayor estratificación” ya que actualmente “se dispone de más y mejores datos estadísticos que cuando se aprobó el modelo vigente en 2009”.
Hacienda propone que el peso del gasto sanitario en la población ajustada pase de tener una ponderación del 38%, la actual, “a una entre el 40% y el 45%”
Con esta teoría, y tras analizar los indicadores de necesidades de gasto de las comunidades autónomas, el apartado sanitario será más relevante aún ya que ganará peso en el reparto de la financiación. De hecho, Hacienda propone que el peso del gasto sanitario en la población ajustada pase de tener una ponderación del 38%, la actual, “a una entre el 40% y el 45%”.
PRECISIÓN “MÁS REAL” DEL COSTE SANITARIO
Para llegar a esta propuesta, el Gobierno ha examinado la variable “población protegida equivalente” para determinar el gasto sanitario. En el actual sistema, este indicador se divide en siete tramos de edad en los que se aplican los coeficientes que reflejan los costes de la asistencia sanitaria “en función de los años de sus beneficiarios”.
La nueva propuesta supondría pasar de 7 a 20 tramos de edad. Según defiende el Ministerio, de esta forma “se puede precisar mucho más el coste real sanitario existente por franjas etarias”. En esta línea, subrayan que en términos de gasto sanitario, “la población protegida equivalente tiene en cuenta que la edad de los ciudadanos es relevante”.
El cálculo de los coeficientes aplicables a la población protegida por la asistencia sanitaria pasará de calcularse de 7 a 20 tramos de edad, teniendo así en cuenta que "la edad es relevante"
Sobre esta idea insisten en que la mayor estratificación por grupos de edad se debe a que “actualmente se dispone de indicadores de uso y gasto que presentan un mayor desglose por tramos de edad”. Asimismo, destacan que así se identifica mejor “la estructura de costes reales de la sanidad, en especial de la población más envejecida”.
Por otra parte, Hacienda propone actualizar los coeficientes aplicables a la población protegida que permiten su cálculo, tomando informes de 2005 y 2007 pero también incluyendo las “mejoras derivadas de una evolución en las fuentes de datos”. En concreto, se tendrá en cuenta la distribución del gasto relativo a los servicios hospitalarios y especializados; servicios primarios de salud; farmacia; y el consumo en prótesis, traslados y aparatos terapéuticos.
PENDIENTE DESDE 2014
El sistema de financiación autonómica está pendiente de renovar desde el 2014. Desde entonces, las comunidades autónomas y los partidos políticos han insistido, aunque con escaso éxito, en la necesidad de su reforma. En esta renovación, han repetido, el gasto sanitario es determinante ya que representa anualmente el área que mayor presupuesto se lleva de las cuentas autonómicas.
El Ministerio defiende que sacar adelante la reforma del sistema "requerirá de altura de miras y de la voluntad de comunidades y formaciones políticas"
En esta nueva propuesta, la sanidad tendría una ponderación del 40-45% en el reparto de recursos de financiación. Por su parte, entre un 25-30% del peso le corresponderá a educación; entre el 6-10% a los serviciossociales; entre el 18-22% al padrón; y entre el 3-4% a variablescorrectivas como la superficie, la insularidad, la dispersión, la despoblación o los costes fijos.
Tras enviar esta proposición inicial, las autonomías pertenecientes al régimen común podrán hacer sus aportaciones “a partir de ahora y durante el mes de enero”. En todo caso, el Ministerio de Hacienda apunta que hay que “ir cubriendo etapas” para “sacar adelante una reforma del sistema que requerirá de altura de miras y de la voluntad de comunidades y formaciones políticas para alcanzar un acuerdo”.