El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha presentado este jueves el estudio completo de ALADINO (Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad), que realiza a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).
Durante la presentación, el ministro ha adelantado algunos de los contenidos que incluirá el Real Decreto de comedores escolares en el que está trabajando junto a otros ministerios para atajar, ha dicho, los retos que este Estudio ALADINO pone sobre la mesa. El principal, ha destacado, es abordar la desigualdad que refleja el estudio, ya que sus datos apuntan a que aquellas niños y niñas que pertenecen a familias de rentas más bajas tienen más problemas de exceso de peso porque consumen más bebidas azucaradas y menos frutas y verduras a diario.
Por esta razón, Bustinduy ha anunciado que este Real Decreto instará a todos los centros escolares a ofrecer fruta y verdura cada día a sus alumnos y prohibirá el consumo de bebidas azucaradas durante las comidas.
Según dicho estudio, que recoge datos de 2023 en la población entre 6 y 9 años, solo un tercio de las familias considera que la comida que se sirve en sus centros escolares es de calidad. Es una de las conclusiones más relevantes del informe, según ha destacado el ministro, junto a los datos sobre el exceso de peso en la población infantil. Este exceso se ha reducido en un 4,5% a nivel general, registrándose así la mayor caída registrada en la serie histórica, pero continúa afectando a más de un tercio de los alumnos. Así, un 36,1% sigue teniendo un exceso de peso (20,2% sobrepeso, y 15,9% obesidad).
Solo un tercio de las familias considera que la comida que se sirve en sus centros escolares es de calidad
Esta situación es especialmente preocupante en las familias que ingresan menos de 18.000 euros al año, donde el exceso de peso infantil afecta a casi la mitad (46,7%), frente al 29,2% registrado en quienes pertenecen a familias con ingresos superiores a 30.000 euros. A este respecto, el estudio refleja que el sobrepeso y la obesidad aumenta de forma progresiva en hogares con dificultades para llegar a fin de mes y cuando alguno de los progenitores no tiene trabajo remunerado.
Como causas de esta situación, los datos obtenidos ilustran que, en las familias que ingresan menos de 18.000 euros, el alumnado tiene un menor consumo diario de frutas y verduras que el perteneciente a familias que ingresan más de 30.000 euros (36,4% vs. 53,6% y 19,2% vs. 29,3%, respectivamente). También, este alumnado es el que desayuna menos veces a diario algo más que una bebida (un 61% frente a un 78%). Por el contrario, la población infantil de familias con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas, concretamente el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9%.
La población infantil de familias con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas, concretamente el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9%
Para afrontar esta situación, Pablo Bustinduy ha manifestado que los centros escolares juegan un papel muy importante para asegurar que todo el alumnado tenga acceso a una dieta equilibrada y de calidad. “En una democracia y una economía avanzada como la española, la dieta y la salud de los niños y las niñas no puede depender del lugar donde se nace”, ha afirmado.
El ministro considera, además, que los comedores escolares son el lugar adecuado para intervenir porque, según los datos que ofrece este Estudio ALADINO, el 49,5% del alumnado hacen su comida principal habitualmente en el comedor, y el 54% desayuna a diario en el propio centro. El informe recoge también que la mayoría de las familias (el 70,4%) entienden que el comedor escolar facilita que su hijo o hija tenga una alimentación saludable, a pesar de que solo el 32,5% creen que la comida que se ofrece en su centro es de calidad.
Con estos datos, Bustinduy ha fijado que uno de los objetivos del Real Decreto será trasladar a todos los comedores escolares los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en lo que respecta a la alimentación infantil. Además de garantizar el consumo diario de frutas y verduras frescas, y de evitar el consumo de bebidas azucaradas en las comidas, la norma también asegurará que todos los comedores escolares, independientemente de su titularidad, ofrezcan carne y pescado de calidad, y aumenten la cantidad de legumbres y cereales en sus menús. El ministro también ha recordado que el Real Decreto apostará por los circuitos cortos de producción y por los alimentos de cercanía para acceder así a productos más sostenibles, de calidad y que fomenten las economías locales.
ACTIVIDAD FÍSICA Y USO DE LAS PANTALLAS
Otra conclusión destacada del Estudio ALADINO señala que los ingresos familiares también son un condicionante a la hora de adquirir hábitos y acceder a ciertas actividades. Por ejemplo, los niños y niñas que pertenecen a familias de menor renta hacen menos deporte en actividades extraescolares que quienes forman parte de familias con mayor renta (68,7% frente a 88,6%, lo que supone una diferencia de 20 puntos). Por otro lado, la exposición a pantallas es mayor en las familias con menos renta. El porcentaje de menores en estas familias que ven dos o más horas de pantallas al día es casi el doble que en las familias de rentas superiores a 30.000 euros (41,4% y 22,8%), lo que, además de reducir la actividad física, los expone a más anuncios sobre alimentación no saludable.