El Gobierno da luz verde al RD para asegurar la alimentación saludable en los colegios

El ministro de de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha asegurado que garantizará el consumo diario de frutas y verduras frescas, y evitará el consumo de bebidas azucaradas

Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 (Pool Moncloa)
Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 (Pool Moncloa)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
15 abril 2025 | 13:00 h

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos. El principal objetivo de la medida será trasladar a todos los comedores escolares los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en lo que respecta a la alimentación infantil. Es decir, ofrecer a los estudiantes cinco comidas a la semana que sean nutritivas, equilibradas y saludables.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha destacado que es una norma que "busca garantizar el derecho de todos los niños y las niñas a una alimentación saludable y de calidad, independientemente de cuántos recursos tenga su familia o del código postal en el que hayan nacido”.

Asegurará el consumo diario de frutas, verduras y legumbres frescas, y evitará el de bebidas azucaradas, energéticas o los ultraprocesados en las comidas y máquinas dispensadoras de los centros educativos

No en vano, insistía el ministro, el período de formación de los hábitos alimenticios y nutricionales está demostrado que tiene un "importantísimo impacto" no solo sobre los niveles de desarrollo de salud de los niños y los niños, sino también sobre resultados educativos, laborables o el nivel de ingresos a lo largo de toda la vida. "Por eso, otra clave de esta norma es garantizar la equidad social y la igualdad de oportunidades".

Bustinduy ha reflejado que la iniciativa asegurará el consumo diario de frutas, verduras y legumbres frescas, y evitará el de bebidas azucaradas, energéticas o los ultraprocesados en las comidas y máquinas dispensadoras de los centros educativos. Igualmente, la norma también incide en que todos los comedores escolares, independientemente de su titularidad, ofrezcan carne y pescado de calidad, y aumenten la cantidad de legumbres y cereales en sus menús.

"Es una norma que apuesta por un modelo más eficiente y racional que implique menos envases, menos plásticos, menos residuos y menos desperdicio"

El ministro también ha recordado que el Real Decreto apostará por los "circuitos cortos de producción y por los alimentos de cercanía" para acceder así a productos más sostenibles, de calidad y que fomenten las economías locales. "Es una norma que apuesta por un modelo más eficiente y racional que implique menos envases, menos plásticos, menos residuos y menos desperdicio", ha concluido.

DATOS PREOCUPANTES

Según el último Estudio ALADINO, que recoge datos de la población entre 6 y 9 años, solo un tercio de las familias considera que la comida que se sirve en sus centros escolares es de calidad. Sobre el exceso de peso en la población infantil, se ha reducido en un 4,5% a nivel general, registrándose así la mayor caída registrada en la serie histórica, pero continúa afectando a más de un tercio de los alumnos. Así, un 36,1% sigue teniendo un exceso de peso (20,2% sobrepeso, y 15,9% obesidad).

En las familias que ingresan menos de 18.000 euros, el alumnado tiene un menor consumo diario de frutas y verduras que el perteneciente a familias que ingresan más de 30.000 euros

Esta situación es especialmente preocupante en las familias que ingresan menos de 18.000 euros al año, donde el exceso de peso infantil afecta a casi la mitad (46,7%) de las niñas y los niños que forman parte de estas familias, frente al 29,2% registrado en quienes pertenecen a familias con ingresos superiores a 30.000 euros. A este respecto, el estudio refleja que el sobrepeso y la obesidad aumentan de forma progresiva en hogares con dificultades para llegar a fin de mes y cuando alguno de los progenitores no tiene trabajo remunerado.

Como causas de esta situación, los datos obtenidos ilustran que, en las familias que ingresan menos de 18.000 euros, el alumnado tiene un menor consumo diario de frutas y verduras que el perteneciente a familias que ingresan más de 30.000 euros (36,4% vs. 53,6% y 19,2% vs. 29,3%, respectivamente). También, este alumnado es el que desayuna menos veces a diario algo más que una bebida (un 61% frente a un 78%). Por el contrario, la población infantil de familias con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas, concretamente el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9%.

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