Este miércoles 4 de octubre el Consejo y laComisión Europea van a debatir sobre el uso del glifosato en la UE. Se trata de un herbicida bastante controvertido y que, según el resultado de las deliberaciones europeas, podría seguir estando permitido durante diez años más.
La última aprobación para utilizar este producto como sustancia activa en productos fitosanitarios o plaguicidas abarcaba hasta el 15 de diciembre de este año 2023. Pero con el debate que se va a producir este miércoles, la fecha podría cambiar. Fue el pasado 19 de septiembre cuando la comisión presentó un proyecto de reglamento para renovar esta concesión, eso sí, en determinadas condiciones.
Pese a tratarse de un pesticida bastante extendido, llegando a ser de hecho el más utilizado de todo el mundo, existen opiniones en su contra por parte de la ciudadanía. Tanto es así que, en el año 2017, más de un millón de personas, muchas de ellas en España, firmaron la iniciativa ciudadana “Prohibición del Glifosato”.
En el año 2017 más de un millón de personas firmaron la iniciativa ciudadana “Prohibición del Glifosato”
No obstante, y como se informa desde la propia Unión Europea, el glifosato ha sido evaluado “exhaustivamente” por los Estados miembros, la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en los últimos años. Se concluyó que “no existe ningún vínculo entre el glifosato y el cáncer en humanos”.
Más allá de su daño en la salud de los humanos, la UE también aseguró que no existe ninguna evidencia de que el glifosato produzca la degradación del ecosistema “cuando se utiliza de acuerdo con las condiciones de autorización y de acuerdo con las buenas prácticas agrícolas”. No obstante, la comisión sí que obliga a los países a prestar especial atención a los riesgos para la biodiversidad cuando evalúen las solicitudes de autorización de productos que contienen glifosato.
Además, en respuesta a esta iniciativa europea, desde la comisión se explicó que se llevaría a cabo una propuesta legislativa para mejorar “la transparencia, la calidad y la independencia de las evaluaciones científicas de sustancias, como el acceso público a los datos sin procesar”. Igualmente, se afirmó que “en la UE sólo se aprueban las sustancias para las que existe evidencia objetiva de uso seguro”.
Se concluyó que “no existe ningún vínculo entre el glifosato y el cáncer en humanos”
Esta autorización, además, dependería de los países, aunque no cualquier pesticida que contenga esta sustancia puede aprobarse automáticamente sólo porque esté permitida. Los productos deben pasar los estudios y regulaciones pertinentes antes de que los países los aprueben para su uso, teniendo en cuenta las implicaciones en la salud de las personas y en el medio ambiente.
En cuanto al uso generalizado de pesticidas, la UE ya se encuentra en el camino de “reducir la dependencia” de estos productos y “lograr un futuro libre de pesticidas”. Dado que las competencias en este ámbito corren a cargo de los países, lo que la comisión está haciendo en este ámbito es pedir a los Estados miembros que realicen esfuerzos adicionales para reducir este uso. Por ejemplo, se exige la certificación y formación de quienes los usan y quienes los distribuyen.
También se encuentran en vigor restricciones a la venta de plaguicidas para uso profesional a personas que no posean un certificado, unas condiciones más estrictas para la manipulación y el almacenamiento de plaguicidas, la inspección de equipos de fumigación, la prohibición general de fumigaciones aéreas, la reducción del uso de plaguicidas en áreas específicas como parques públicos, o la protección del medio acuático y suministro de información al público en general. No obstante, será en las próximas horas cuando se conozca la decisión de las cámaras.