Esta semana está marcada por una nueva reunión, el jueves, entre el Ministerio de Sanidad y los representantes sindicales de los diferentes colectivos sanitarios para abordar la reforma del Estatuto Marco. Un encuentro que estará marcado por la fuerte oposición del colectivo médico, que arrancará sus movilizaciones este mismo lunes a nivel autonómico, para terminar el jueves con una nueva protesta frente a la sede ministerial. Para suavizar el conflicto abierto, Mónica García recibió este pasado viernes a representantes de los sindicatos médicos de Asturias y Galicia, Omega y Simpa.
Desde ambas organizaciones pusieron sobre la mesa sus principales puntos de disconformidad con el borrador del nuevo Estatuto Marco. En esta línea, valoraron la reunión como la apertura de una vía de diálogo para resolver un conflicto en el que los médicos reclaman un estatuto propio. “Fue una reunión distendida, donde el ministerio dejó claro que el borrador está abierto a sugerencias, porque, antes de presentarlo en el Congreso, quieren consensuarlo lo más posible”, refleja a ConSalud.es Manuel Rodríguez Piñeira, presidente de Omega.
La ministra se mostró clara en su planteamiento de reclasificación profesional, aunque –por el momento– no vaya a suponer ningún incremento retributivo para los diferentes grupos
El sindicato gallego explica que García se mostró abierta a dialogar sobre algunos puntos que considera factibles, pero dejó en cuarentena otros que presentan mayores dificultades de implantación. “Estamos dentro de lo que es una posible negociación y la apertura de diálogo para poder llegar a un acuerdo”, muestra esperanzado. La ministra se mostró clara en su planteamiento de reclasificación profesional, aunque –por el momento- no vaya a suponer ningún incremento retributivo para los diferentes grupos. Un cambio de categorías profesionales que desde Omega consideran que “no es el ideal”.
“El tema de la clasificación profesional nos llevó un buen rato, pero se resume en que no es un problema económico, a ningún grupo le van a subir las retribuciones, ni siquiera las exigencias de titulación para acceder a una categoría, esto trata de permitir que enfermería pueda ocupar los puestos de gestión”, aclaran, por su parte, desde el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa).
JORNADAS Y GUARDIAS
A su vez, Rodríguez Piñeira puso el foco de debate sobre la jornada laboral de los facultativos, como uno de los temas que “más les preocupan”. Los médicos tienen ahora jornadas de 48 horas semanales en cómputo de seis meses o un año, dependiendo de la autonomía. Esto les supone semanas de hasta 72 horas de ejercicio y otras que pueden liquidarse con 35 horas. “Queremos que la jornada se regule de una manera clara y se limite el máximo de horas que se pueden realizar mensualmente; a lo que la ministra se mostró receptiva”, asevera.
“La idea es que las horas extras tengan un valor similar al de la jornada ordinaria. Elementos de esta índole habrá que negociarlos también en base a los criterios propios de cada autonomía”
En esta línea, Mónica García traslado a ambos sindicatos que existen algunos apartados que no dependen propiamente del Ministerio de Sanidad, como pueden ser aspectos como el de la jornada de guardias o las retribuciones. No en vano, el precio de la hora de guardia las establecen las diferentes CC.AA.; asimismo, la posibilidad de que estos periodos de trabajo computen para la jubilación se encuentra sobre el tejado del Ministerio de Seguridad Social. “Sanidad trasladó que ellos pueden hacer un guión básico de partida, pero las autonomías serán quienes puedan hacer la foto final”, relata el facultativo gallego.
De esta manera, salvo el sueldo base y las cuestiones fijas, el resto de parámetros retributivos dependen de las CC.AA.. “La idea es que las horas extras tengan un valor similar al de la jornada ordinaria. Elementos de esta índole habrá que negociarlos también en base a los criterios propios de cada autonomía”, aclara el presidente de Omega.
INCOMPATIBILIDAD MÉDICA
La exclusividad para los jefes de servicio y MIR a la hora de tratar de compatibilizar su pública con la privada fue otro de los asuntos sobre la mesa. “García determinó que no tenía mucho margen de actuación sobre ese aspecto que, a la hora de la verdad, va a ser también un tema autonómico”, desgrana el responsable sindical, quien quiso aclarar a la ministra que “hipotecar y esclavizar” durante cinco años a los MIR en el SNS tras terminar su residencia era una postura “insostenible”; a lo que García se escudó en que había “un error en la redacción”.
“Sanidad aceptó valorar la idea de hacer justo lo contrario, favorecer la voluntariedad ligando la permanencia de los nuevos egresados a bonificaciones para obtener plaza"
Sobre este aspecto de incompatibilidad para residentes, desde Simpa tenían claro, por su parte, que la propuesta que denominaron como “secuestro”, no iba a progresar. “Sanidad aceptó valorar la idea de hacer justo lo contrario, favorecer la voluntariedad ligando la permanencia de los nuevos egresados a bonificaciones para obtener plaza. Mónica entiende que el agradecimiento no puede ser impuesto”. No en vano, concluye el sindicato médico asturiano, “bastante tenemos en Asturias con la lucha para que a los facultativos de la región no les quiten más de 1.000 euros en cada paga por complemento de exclusividad y eso no nos lo arregla el Estatuto Marco”.