Luz verde al Plan de Salud Mental 2025-2027: más recursos, menos psicofármacos y modelo comunitario

El Consejo Interterritorial celebrado en Toledo ha dejado como principal acuerdo la aprobación del Plan de Salud Mental 2025-2027, que se dotará con una inversión inicial de 39 millones de euros

La ministra de Sanidad, Mónica García, y el secretario de Estado, Javier Padilla, posan junto a los consejeros autonómicos antes del CISNS celebrado en Toledo. (Foto: GobCan)
La ministra de Sanidad, Mónica García, y el secretario de Estado, Javier Padilla, posan junto a los consejeros autonómicos antes del CISNS celebrado en Toledo. (Foto: GobCan)

El pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) celebrado este viernes en Toledo ha aprobado el Plan de Salud Mental 2025-2027. De esta manera, tras la primera intentona durante el anterior CISNS del pasado 14 de febrero, en el que las CC.AA. -a excepción de Asturias, Cataluña y Castilla-La Mancha- rechazaron mayoritariamente el texto, el Ministerio de Sanidad logra finalmente sacar adelante esta nueva estrategia destinada a abordar las crecientes problemáticas emocionales que afectan a la población española.

En este sentido, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha reflejado tras la reunión su satisfacción por el acuerdo alcanzado, señalando que "por fin se ha logrado" este importante acuerdo. Un hecho por el que se ha mostrado agradecida hacia el trabajo de la Comisión de Salud Mental y los equipos técnicos de las comunidades autónomas, así como a las sociedades científicas y profesionales participantes. "Todas y cada una de las CC.AA. han tejido conmigo este plan desde hace muchos meses", resaltaba.

"Necesitamos garantizar el uso racional de los psicofármacos, asegurando que sean una herramienta útil, pero no la única respuesta para todos los malestares psicológicos y psíquicos"

En esta línea, ha puesto en valor que el plan contará con "la mayor colaboración institucional que ha habido hasta la fecha, asumiendo el esfuerzo de múltiples ministerios, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de los servicios sociales, de los servicios de emergencias y de otras instituciones como el Instituto de Salud Carlos III". Además, García señala que la estrategia tiene aparejados 39 millones de euros que vienen a sumarse a los presupuestos disponibles durante los pasados años en nuestro país para la salud mental, haciendo un montante total de 101 millones de euros.

Este dinero, aclara la ministra, irá destinado abordar "tres desafíos ineludibles": paliar el consumo abusivo de psicofármacos, "que se ha convertido en una norma, en vez de en una excepción"; la falta de profesionales que limita el acceso a una atención de calidad; y la garantía de derechos para las personas con problemas de salud mental. 

"Hecho un esfuerzo por tener un mayor número de recursos humanos en salud mental, pero, pese a estos esfuerzos, el déficit de recursos humanos viene de una senda estructural"

"España es el país con un mayor consumo de ansiolíticos hipnóticos. Vivimos en una época en la que todo el mundo habla con una naturalidad de estos fármacos, y este consumo, además, se ha vuelto preocupante, sobre todo entre los jóvenes y las mujeres, donde su consumo ha llegado a duplicarse. Necesitamos garantizar el uso racional de los psicofármacos, asegurando que sean una herramienta útil, pero no la única respuesta para todos los malestares psicológicos y psíquicos", ha aseverado.

En el campo de los recursos humanos, ha desvelado, van a pedir a las comunidades autónomas que elaboren un informe de necesidades de personal salud mental que tenga en cuenta la atención multidisciplinar, los recursos y los agentes comunitarios que permiten identificar cuáles son los puntos críticos y poder reorientar todos los recursos y todos los profesionales con una mayor precisión.
"Dentro del CISNS se ha hecho un esfuerzo por tener un mayor número de recursos humanos en salud mental -psicólogos, psiquiatras, enfermeras especialistas, etc-, pero, pese a estos esfuerzos, el déficit de recursos humanos viene de una senda estructural y todavía tenemos el reto de poder seguir ampliando estos recursos", ha destacado. 

Tenemos "una asignatura pendiente fundamental" que es garantizar los derechos fundamentales en la atención a la salud mental en línea con las directrices de la OMS

Asimismo, García ha expresado que tenemos "una asignatura pendiente fundamental" que es garantizar los derechos fundamentales en la atención a la salud mental en línea con las directrices de la OMS y la declaración de derechos de las personas con discapacidad. "Vamos a impulsar todas aquellas alternativas a la contención mecánica para reducir las intervenciones y los ingresos involuntarios, y vamos a promover prácticas más humanizadas que respeten la voluntad e integridad de las personas". 

NOVEDADES CLAVE DEL PLAN 

El texto llevado al CISNS en esta ocasión ha incorporado algunas de las reivindicaciones trasladadas desde las asociaciones científicas y profesionales, lo que finalmente ha allanado el camino del acuerdo. Entre las mismas, se encuentran la sustitución del término “deprescripción” por el de “uso adecuado o racional” de psicofármacos; el de "problemas de salud mental" por las denominaciones "trastornos mentales" y "trastornos mentales graves"; el aumento del 100% de plazas de formación especializada -frente al 90% del plan anterior- o la dotación presupuestaria inicial de 39 millones de euros para su despliegue.

El documento incluye la elaboración de una Guía de Práctica Clínica por parte de un equipo técnico independiente, que sirva como herramienta útil a los profesionales de salud mental en el uso adecuado de psicofármacos

Los objetivos de este Plan de Salud Mental 2025-2027 son mejorar la salud emocional de la población en todos los niveles y ámbitos del Sistema Nacional de Salud, atender y acompañar de forma integral a las personas con problemas de salud mental desde el respeto a los derechos humanos, apoyar a sus familias y promover un modelo de atención integral y comunitario que favorezca la recuperación e inclusión social.

El plan se compromete a impulsar aspectos como la regulación de la especialidad en Psicología Clínica de la Infancia y Adolescencia; crear un grupo de trabajo sobre la calidad asistencial en psicoterapia; elaborar un documento que evalúe las necesidades de recursos humanos en salud mental; actualizar la cartera de servicios; promover un sistema de vigilancia epidemiológica a nivel nacional; la coordinación entre servicios asistenciales; o la reforma de los servicios de urgencias en salud mental.

Igualmente, el documento incluye la elaboración de una Guía de Práctica Clínica por parte de un equipo técnico independiente, que sirva como herramienta útil a los profesionales de salud mental en el uso adecuado de psicofármacos. Todo ello, basado en la evidencia científica disponible, así como en la evaluación de los riesgos y beneficios de las diferentes alternativas terapéuticas. En esta línea, se propone también incluir la prescripción racional de estos fármacos en la formación continuada que reciben los profesionales anualmente.

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