Una de las conclusiones que más claras han quedado de la repetición electoral es que tanto la formación de un Ejecutivo como la futura gobernabilidad van a ser más complicadas que tras los comicios de abril. Los resultados del 10-N traen una nueva victoria del PSOE de Pedro Sánchez, con 120 diputados, pero también una leve pérdida de escaños. Además, la caída de Unidas Podemos, el hundimiento de Ciudadanos, las subidas de PP y Vox, y la entrada de nuevos partidos en el Congreso hacen que los socialistas tengan que hilar fino para elegir sus futuros aliados.
Esta nueva configuración del Congreso de los Diputados, el más fragmentado desde 1978, también condicionará el dibujo del próximo Gobierno central así como sus integrantes. En este sentido, el Ministerio de Sanidad, liderado actualmente por María Luisa Carcedo, queda también a la espera de cómo avancen las negociaciones entre el PSOE y el resto de formaciones políticas.
La posibilidad de que Pedro Sánchez establezca un Gobierno plenamente socialista y que reclame al resto del Congreso de los Diputados gobernar en solitario es ahora mucho menor
La opción de que Carcedo repita como ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social está más en el aire que nunca. A tenor de los resultados, y a diferencia de lo que pronosticó el último CIS, la posibilidad de que Sánchez establezca un Gobierno plenamente socialista y que reclame al resto del parlamento gobernar en solitario es ahora mucho menor. En este sentido, la probabilidad de que el Ministerio vuelva a cambiar de líder, crece.
SANIDAD, A LA ESPERA DE LOS PACTOS
Durante la noche electoral, el secretario general del PSOE afirmó que “esta vez sí o sí vamos a conseguir un Gobierno progresista”. A pesar de que no desveló con quienes prefiere pactar, Pedro Sánchez descartó que se celebrasen unas terceras elecciones e instó al resto de partidos políticos a actuar “con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación política en España”. Además, los socialistas han anunciado que intentarán que haya una investidura “lo más rápido posible”.
Aumentan las posibilidades de que el Ministerio de Sanidad vuelva a ser moneda de cambio para la configuración del próximo Ejecutivo, como ya lo pudo ser cuando el PSOE lo ofreció a Unidas Podemos
De esta forma, las próximas semanas podrían determinar hacia dónde se encaminará el próximo Gobierno, dependiendo de los aliados que finalmente elija Sánchez. En todo caso, aumentan las posibilidades de que el Ministerio de Sanidad vuelva a ser moneda de cambio para la configuración del próximo Ejecutivo, como ya lo pudo ser durante el verano cuando el PSOE lo ofreció a Unidas Podemos.
Por otra parte, habrá que esperar para conocer por la opción de Gobierno que se elija. Los socialistas pueden optar por uno de coalición, con el que tendrían que añadir a nuevos integrantes al Consejo de Ministros. En cualquier caso, los acuerdos podrían variar en función de lo que se pacte tanto para la sesión de investidura como para la estabilidad del propio Ejecutivo para que al menos dure cuatro años.