El Parlamento Europeo ha adoptado esta semana una nueva normativa "para mejorar el tratamiento y la reutilización de las aguas residuales urbanas". Una iniciativa que ha contado con el apoyo de los eurodiputados con 481 votos a favor, 79 en contra y 26 abstenciones.
En esencia, se trata de un reglamento que actualiza los estándares sobre la gestión y tratamiento de las aguas residuales urbanas, con el objetivo de mejorar la protección de la salud pública y el medio ambiente. Más concretamente, la normativa establece que, para 2035, las aguas residuales tendrán que someterse a un tratamiento antes de verterlas al medio ambiente.
Se trataría en este caso de un tratamiento secundario, es decir, en el que se elimina la materia orgánica biodegradable. Para 2039 se pedirá ya un tratamiento terciario que elimine el nitrógeno y el fósforo, y ya para 2045 se pedirá que se eliminen también los microcontaminantes.
El reglamento actualiza los estándares sobre la gestión y tratamiento de las aguas residuales, con el objetivo de mejorar la protección de la salud pública
No obstante, la industria farmacéutica no ha quedado satisfecha con la normativa, pues consideran que la norma sólo afecta a su sector. "Los sectores farmacéutico y cosmético cubrirán el sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (REP) establecido por la legislación. Esto no cumple con los principios clave de los Tratados de la UE (por ejemplo, proporcionalidad, igualdad de trato y principio de que quien contamina paga) y no cumple con su objetivo principal de incentivar a todos los contaminadores a invertir en productos más sostenibles", se ha informado desde EFPIA, federación del sector.
"Creemos que todas las partes interesadas que contribuyen a los microcontaminantes en el agua deben ser parte de cualquier solución para lograr el agua más limpia posible", explican. Por ello, y si bien apoyan el objetivo general de la revisión de abordar la contaminación del agua, la entidad cree que es "fundamental" que esta normativa "no tenga un impacto negativo en la accesibilidad y asequibilidad de los medicamentos para los pacientes".
También han recalcado que la industria farmacéutica "está comprometida" a asumir su parte justa de responsabilidad y ya ha puesto en marcha un amplio programa de Eco-Pharmaco-Stewardship, que en los últimos 15 años ha logrado grandes avances en la minimización de los efectos de los productos farmacéuticos en el medio ambiente.
"Creemos que todas las partes interesadas que contribuyen a los microcontaminantes en el agua deben ser parte de cualquier solución"
La Responsabilidad Ampliada del Productor (REP) a la que se refiere la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, es uno de los puntos en los que más hincapié se hace en Europa. Desde el Parlamento Europeo parece haber un amplio consenso con el principio de que "quien contamina paga".
Concretamente, esta normativa sobre el agua introduce el principio para los productos medicinales para uso humano y los cosméticos, a la hora de cubrir los costes de eliminar los microcontaminantes. Lo que se pide es que al menos el 80% del coste corra a cargo de los fabricantes. El resto lo suplementaría la financiación nacional.
De esta manera se quiere endurecer la vigilancia de los parámetros de salud como virus conocidos y patógenos emergentes, de los contaminantes químicos, incluidas las sustancias que permanecen largo tiempo en el agua, los microplásticos y la resistencia antimicrobiana. Si bien se ha dado luz verde en el Parlamento, cabe destacar que el Consejo debe aprobar formalmente el acuerdo antes de su entrada en vigor.